Valladolid.- Paco de Lucía ha recalado esta noche en Valladolid, dentro de su gira mundial, con todo el poderío de su guitarra, combinando su mejor flamenco con las influencias recibidas en su larga carrera.
El algecireño ha salido solo al sencillo escenario, con la luz precisa para crear una atmósfera íntima, del pabellón Pisuerga de Valladolid, para luego irse acompañando canción a canción con el resto del grupo con que comparte gira por medio mundo.
Antonio Serrano a los teclados y a la armónica, con la que se ha merecido muchos de los aplausos de la noche, por su virtuosismo al acompañar con este instrumento el toque de las guitarras.
El bailaor Farru, con un taconeo que ha puesto en pie al público, con esos aires nuevos del baile flamenco actual sin perder la esencia, soltándose el pelo, literalmente, sobre las tablas.
O el cante de Duquende, acompañado de David de Jacoba, con ecos de aquella época en que Paco de Lucía compartía escenarios con Camarón de la Isla.
Alain Pérez al bajo, "El piraña" a la percusión, también muy ovacionado esta noche, y Antonio Sánchez a la guitarra completan el grupo del que se rodea el universal Paco de Lucía, que este mes cumple 63 años.
Otro de los momentos más intensos de la noche han sido los diálogos de guitarra entre Paco de Lucía y Antonio Sánchez.
Todos ellos han desgranado desde bulerías a alegrías pasando por rumbas, con varios temas del último disco del maestro, "Cosas buenas", que data ya de 2004, y algunos de sus clásicos.
Entre ellos, para despedir el concierto, "Entre dos aguas", con el público en pie tras dos horas y media de actuación.
La gira continuará mañana en el Gran Teatro de Roma y el día 9 en el Palacio Nacional de la Cultura en Sofía.
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