Por carnaval, Ciudad Rodrigo disfraza su Plaza Mayor de coso taurino

  • Carlos García.

Carlos García.

Ciudad Rodrigo (Salamanca), 2 feb.- Cientos de vecinos de Ciudad Rodrigo han madrugado hoy para transformar la Plaza Mayor en un coso taurino, donde entrarán cada día, del 8 al 12 de febrero, unas 3.800 almas para presenciar los diferentes festejos taurinos del Carnaval del Toro, entre capeas, encierros y festivales picados.

A última hora de hoy, uno de los cosos más pintorescos del mundo estará totalmente levantado mediante estructuras de madera hasta configurar su tradicional forma rectangular, en consonancia con el perímetro de la histórica Plaza Mayor de Ciudad Rodrigo.

Los miembros de las peña de Miróbriga, con la única ayuda de tablas, vigas y miles de puntas, entrelazan el particular coso de madera, toda una obra de ingeniería popular, dividida en 47 "tablaos", donde mañana, tarde y noche, del viernes al martes de carnaval, se congregan los aficionados.

La tradición de construir esta plaza se remonta al siglo XV, según los historiadores, y jamás, salvo un incidente registrado en 1985, se ha vivido percance alguno, a pesar de las miles de personas que cada jornada pasan por debajo de los andamios del coso.

El sábado de carnaval de 1985, no obstante, uno de los tablados se vino abajo en pleno festival taurino, aunque "sólo hubo que lamentar rasguños, por fortuna", ha comentado a Efe el entonces alcalde, Miguel Cid.

De palco presidencial se utiliza el balcón municipal, donde cada año se colocan la reina y damas de las carnestolendas mirobrigenses, que se caracteriza por un sinfín de detalles y personajes que hace de éste una fiesta torista y popular a la que llegan cientos de aficionados del planeta taurino.

Los encierros urbanos marcan el día a día del Carnaval del Toro, y los aficionados que se agolpan en el recorrido o tras las talanqueras saben a la perfección en qué lugar se encuentran los bravos, en función de los tañidos de La Campana del Reloj Suelto.

El oficio recae en María del Mar Ortega, conocida como "La Campanera", que cada año se encarga de tocarla desde lo alto del edificio consistorial.

En función de la frecuencia de los tañidos, los mozos saben si los toros están emplazados o, por el contrario, se acercan al coso taurino.

El eterno maletilla Conrado, con 86 años, es otra de las señas de identidad del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo, ya que hasta los años noventa bajaba a la plaza para dar algún muletazo.

Hoy, Conrado se refugia tras algunos de los burladeros del coso para dar algún que otro consejo a los maletillas que todavía acuden al carnaval, como lo hacía en su época de becerrista el ahora figura del toreo David Mora, que este año repetirá en los festivales mirobrigenses y que no se cansa de repetir su admiración por Conrado.

El puzzle de tablones acogerá desde el próximo viernes 8 de febrero encierros, desencierros, festivales, novilladas e incluso dos capeas nocturnas y, en todos los casos, los turistas y aficionados cogerán sitio desde primera hora para no perderse ninguno de los eventos, ya que la plaza siempre tiene todo el papel vendido. EFE

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