Portugal recuerda el Chile de Allende con los retratos de Armindo Cardoso

  • Lisboa.- El fotógrafo luso, Armindo Cardoso, muestra en la exposición "Memoria rescatada" una colección de fotografías que reflejan el ambiente político y social de Chile durante el mandato de Salvador Allende, cuando se cumplen 36 años de su muerte.

Portugal recuerda el Chile de Allende con los retratos de Armindo Cardoso
Portugal recuerda el Chile de Allende con los retratos de Armindo Cardoso

Lisboa.- El fotógrafo luso, Armindo Cardoso, muestra en la exposición "Memoria rescatada" una colección de fotografías que reflejan el ambiente político y social de Chile durante el mandato de Salvador Allende, cuando se cumplen 36 años de su muerte.

El 11 de septiembre de 1973, un levantamiento militar liderado por el entonces jefe del Ejército, Augusto Pinochet, acabó con el Gobierno socialista de Allende, que se suicidó tras resistir hasta el final el asedio de los golpistas al Palacio presidencial de La Moneda.

Más de tres décadas después, la muestra de Lisboa recrea "la mirada de un extranjero a una sociedad marcada por el entusiasmo con Salvador Allende", como describe su trabajo el propio fotógrafo en declaraciones a Efe.

Las fotografías que Cardoso (Oporto, 1943) tomó entre 1970 y 1973 muestran a un pueblo chileno cautivado por el carisma de Allende.

Pero su obra, en el contexto de la represión política que siguió al golpe, constituía un material potencialmente peligroso y una amenaza para la vida del fotógrafo.

Después de dos meses convulsos, que la historia recuerda por la sangrienta represión política que siguió al golpe, Cardoso logró huir a París con la ayuda de la embajada francesa, aunque no pudo llevar consigo los testimonios que su cámara había captado.

El fotógrafo había puesto a salvo sus negativos haciendo que los enterraran y, gracias a una insistente tenacidad, consiguió que fueran rescatados por la diplomacia gala y enviados a Francia en enero de 1974.

Esas son las imágenes que ahora han visto la luz en la exposición de Lisboa, que evoca los tres años de "socialismo a la chilena" instaurados por el dirigente de la Unidad Popular e interrumpidos por una dictadura que habría de durar 17 años.

El fotógrafo portugués, que residía en el país andino desde 1969, trabajaba para el semanario "Chile Hoy" cuando estalló la revuelta militar.

La junta militar instaurada tras el golpe se esforzó por borrar las huellas del Ejecutivo anterior y la detención de los partidarios de Allende y el cierre de los medios de comunicación discordantes puso a Cardoso en la misma situación de incertidumbre de otros muchos periodistas que acabaron en la cárcel, el exilio o la tumba.

La exposición, compuesta por cerca de sesenta instantáneas, refleja el ambiente político y cultural, el pulso de la sociedad, de aquel Chile de principios de los años 70 y un amplio retrato etnográfico con especial atención a los indios mapuches del sur del país.

De aquellos años, Cardoso recuerda especialmente la primera gran manifestación de apoyo al Gobierno de Unidad Popular, en mayo de 1971, cuando "millares de personas mostraban de forma espontánea la alegría y exaltación de un pueblo que creía en su propia transformación".

El fotógrafo destaca también la "fuerte personalidad, la afabilidad y el coraje" de Allende, a quien describe como "un gran comunicador, capaz de hacer vibrar al pueblo con su discurso".

En la muestra asoman semblantes anónimos de quienes se lanzaban jubilosos a las calles para expresar su apoyo al socialismo pero también los gestos de preocupación en que los transformó el paso del tiempo.

"En los últimos días de Gobierno democrático, era completamente imprevisible lo que podía pasar, había miedo a la represión" recuerda Cardoso.

Las medidas revolucionarias tomadas por Allende pusieron al Gobierno de la Unidad Popular en el centro de un huracán político congelado en las instantáneas que captó el reportero con su lente.

La muestra se pasea por los 23 días de la visita de Fidel Castro a Chile, la ausente mirada de Pinochet en un acto oficial del Ejecutivo Allende y la vida cotidiana de los mapuches, una colección de instantes rescatados del olvido por un Cardoso al que aún le queda una ilusión pendiente: llevar sus fotos a Chile.

Pilar Arias

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