Posteguillo defiende novela y cine histórico, porque despiertan interés gente

Barcelona, 20 nov.- El escritor Santiago Posteguillo, que hoy recibe el Premio internacional de novela histórica Barcino, ha defendido las novelas y el cine histórico, porque "despiertan el interés de la gente por la historia" y por el conocimiento.

Posteguillo (Valencia, 1967), que dice vivir el premio "con emoción por el prestigio, y por recibirlo después de Lindsey Davis", cree que "hasta la más discutible de las series de este género es mejor que lo que emite actualmente la televisión", y más "cuando el Gobierno reduce el papel de las humanidades y hay que buscar la curiosidad de los estudiantes con esto".

Para este escritor, la novela histórica debe ser ante todo un entretenimiento que no tiene que estar reñido con el rigor histórico, que enseñe a disfrutar y a descubrir el pasado, y ha recordado que en España actualmente hay grandes escritores de novela histórica como Jose Luis Corral, Margarita Torres o Sebastián Roa, entre otros.

Profesor de Lengua y Literatura inglesa de la Universidad Jaume I de Castellón desde hace 23 años, el premio, que otorga el Ayuntamiento de Barcelona, reconoce su trabajo en las trilogías sobre Escipión el Africano y sobre Trajano (esta última no acabada), y el excelente rigor histórico que hay en ellas, en palabras de Enric Calpena, presidente del jurado que otorga el Barcino.

Posteguillo ha dicho que el premio es un estímulo para seguir escribiendo y acabar la tercera novela de Trajano, que espera poder finalizar entre el otoño de 2015 y la primavera de 2016, porque escribir 1.200 páginas con cien personajes requiere mucho trabajo de documentación.

También se ha referido al proyecto audiovisual que tiene en marcha con su trilogía sobre Escipión, de la que casi se han vendido un millón de ejemplares en más de diecisiete países y que se convertirá en serie de televisión tras un acuerdo con Mediapro.

Ha adelantado que tendrá de 8 a 13 capítulos, que podría ser una coproducción europea y que, aunque Miguel Barros ya está trabajando en los guiones, se tardará al menos año y medio en empezar el rodaje.

Sobre sus proyectos futuros, ha reconocido que le tienta dejar de escribir sobre Roma y centrase más en novelas ubicadas en el imperio español y en la relación entre América y España, "pero desde un punto de vista no anglosajón, para dar una visión distinta de la historia".