Eloy Vera
Puerto del Rosario (Fuerteventura), 22 feb.- Veinte años después de recibir la prestigiosa Lámpara Minera, el cantaor Miguel Poveda asegura que el flamenco tampoco es ajeno a unos recortes ante los que cree que los ciudadanos deben reaccionar: "El pueblo debe salir a la calle ante injusticias como las que estamos viviendo".
"No podemos permitir la mutilación de la cultura y la sanidad, o los desahucios", defiende Poveda en una entrevista concedida a Efe con motivo de los conciertos que iba a ofrecer en Fuerteventura y Lanzarote, suspendidos a última hora debido a la huelga de Iberia.
El cantaor se encuentra en plena gira de presentación de "ArteSano", su último trabajo, que le ha permitido cumplir uno de sus sueños: trabajar con Paco de Lucía, además de con Manolo Sanlúcar, Isidro Muñoz o Rancapino.
Su otro sueño era actuar junto a Chavela Vargas y también lo logró en julio pasado en un concierto en la Residencia de Estudiantes de Madrid antes de que falleciera la artista al mes siguiente, el 5 de agosto de 2012.
Poveda explica a Efe que con este trabajo ha podido volver a sus raíces, las del flamenco, tras adentrarse en el mundo de la copla en su anterior disco, "Las coplas del querer".
"El nombre de 'ArteSano' se debe a que es un trabajo hecho de manera artesanal", comenta el artista para luego añadir: "hemos apostado por que siga vivo el flamenco, ya que a veces se pierde en los estudios y de ahí que los instrumentos y el tratamiento en la grabación hayan sido artesanales".
Poveda hace un repaso en esta entrevista por la situación actual del flamenco y no oculta la preocupación por su situación a pesar de que "artísticamente goce de buena salud y cuente con una importante cantera y una gran dosis de talento".
Sin embargo, ese optimismo artístico se contrapone a medidas como el anuncio de la Junta de Andalucía de retirar las subvenciones a las peñas flamencas. Para el artista "esto supondrá un duro revés para los profesionales, pues es ahí donde acuden los jóvenes y clásicos a cantar, por lo que, si se cierran, no tendrán dónde ir".
Poveda reconoce haberse movido con total libertad a la hora de hacer flamenco tradicional o arriesgar, a la vez que defiende que el flamenco debe llegar a todo el mundo sin necesidad de fusionarlo con otros estilos para así poder acercarse al gran público.
Estos días Poveda celebra la salida al mercado del disco "Los flamencos cantan a Miguel Hernández", donde pone voz al poema "Para la libertad", unos versos que le sirven de excusa para reivindicar la poesía del poeta de Orihuela.
"Hay que escuchar a Hernández y a toda la gente que ha hecho un bien a la cultura y a la vida porque al final es lo que va a perdurar", enfatiza.
Su pasión por Miguel Hernández la comparte con la de los poetas catalanes o los hombres de la Generación del 27 y, entre ellos, Rafael Alberti cuyos poemas del exilio llevó al flamenco en 2004 y ahora le recuerdan a la España de 2013 con gente queriendo también salir del país.
Poveda se muestra crítico con las medidas adoptadas por el Gobierno central en materias como la sanidad y la educación, a la vez que mira con recelo la prometida Ley del Mecenazgo.
De momento, intenta combatir los recortes en cultura y la subida del IVA al 21 por ciento en la música con la autogestión. "Tengo mi propia oficina y no espero a que me llamen; al contrario, somos nosotros los que alquilamos locales, teatros y arriesgamos y, de momento, no me quejo", explica.
Y es en la autogestión por donde Poveda cree que pasa el futuro de la música en este país: "No va a quedar más remedio que sea el artista quien se busque las castañas por su lado y poder así dar salida a sus inquietudes", concluye.
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