Previo a grandes astros, Palco Sunset levanta público al abrir el Rock in Rio

  • El Palco Sunset, que reunió a artistas como la banda estadounidense de rock Living Color, el grupo portugués Orelha Negra y la sambista brasileña María Rita, levantó hoy al público del Rock in Rio, antes de la primera jornada con los astros consagrados como Beyoncé e Ivete Sangalo, entre otros.

Felipe Kopanski

Río de Janeiro, 13 sep.- El Palco Sunset, que reunió a artistas como la banda estadounidense de rock Living Color, el grupo portugués Orelha Negra y la sambista brasileña María Rita, levantó hoy al público del Rock in Rio, antes de la primera jornada con los astros consagrados como Beyoncé e Ivete Sangalo, entre otros.

Después de dos años de espera y ante un visible contraste entre las reclamaciones por las atracciones musicales y las 595.000 boletas agotadas, el Rock in Rio abrió su décima tercera edición, la quinta en suelo brasileño, lejos de la parafernalia de otros tiempos, pero convenció al público antes de los grandes "shows".

A pesar del fuerte calor en la Cidade do Rock, en el acomodado barrio de Barra da Tijuca, con una sensación térmica en la sombra de 40 grados centígrados, el público comenzó a llegar desde tempranas horas de la tarde a los 150.000 metros cuadrados del espacio dispuesto para 85.000 personas en el Parque dos Atletas.

Después de la combinación de rap brasileño y portugués de Flavio Renegado y Ovelha Negra, la banda californiana Vintage Trouble subió al escenario y levantó literalmente al público con una explosiva mezcla de rock y blues en el espacio alternativo que recibirá a 58 artistas en los 32 conciertos de los siete días del festival.

"Seguimos el Rock in Rio por televisión y hoy estamos realizando un sueño", declaró animado el vocalista Ty Taylor, quien invitó al escenario a la británica Jesuton, cantante radicada en Río de Janeiro que ganó fama por su trabajo en las calles cariocas.

Jesuton le dio "brasileñidad" al concierto con una versión de "Mais que nada", una canción de Sergio Mendes, interpretada por varios artistas, incluso en inglés como Black Eyed Peas.

Con el Palco Mundo -que reúne los grandes astros- abierto, el Sunset no bajó la guardia y mantuvo su furor con la cantante belga Selah Sue, quien se presentó al lado de María Rita, la principal atracción de la velada y que con su talento y carisma contagió de alegría al público.

El cierre del llamado escenario alternativo no decepcionó y Living Color, con su inconfundible "funk metal", recordó sus éxitos de 29 años de trayectoria y para culminar su actuación con "broche de oro" llamó a la africana Angélique Kidjo para que los acompañara.

"Ese palco es el mejor del Rock in Rio. Aquí uno ve una nata de artistas excepcionales, pero todos sin la repercusión de los medios y esta idea de tener encuentros de dos en dos artistas fue lo mejor para integrar ritmos y estilos y estilos", declaró a Efe el fanático Marcus Hill.

Para Hill, "Living no es mejor ni peor que Beyoncé, es único y por eso está aquí".

Las filas de más de seis horas para los juegos de diversiones extremas inspirados en el rock y montados en el espacio no bajaron en ningún momento del día el ánimo del público, cuya mitad llega durante los dos fines de semana del festival provenientes de otras ciudades y países.

Los organizadores calculan que esta edición del Rock in Rio moverá 1.000 millones de reales (unos 438,4 millones de dólares), cifra superior en un 15 % a la de hace dos años.

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