El rapero R. Kelly se juega una fortuna de 130 millones por supuestos abusos

  • El artista de 52 años ha pedido a los medios de comunicación que no arruinen sus actuaciones porque necesita dinero para pagar las demandas.
R. Kelly
R. Kelly

R. Kelly es un nombre maldito en la industria del rap y la música actual. Un hombre que ha sido todo en este género, con tres premios Grammy a sus espaldas, el cual a sus 52 años está en el peor momento de su carrera por los cargos a los que se enfrenta. Porque a principios de año fue imputado por 10 cargos de abusos sexuales, tres de ellos menores, tras la emisión de un documental sobre su vida, lo cual provocó que fuera detenido y que tuviera que pagar una fianza de 1 millón de dólares (cerca de 900.000 euros) para quedar en libertad.

Ahora, está libre a la espera del juicio, cuyo resultado podría hacerle perder la fortuna que ha amasado en todos su años en la música, que ya son casi 30. En concreto, están en juego 150 millones de dólares (133 millones de euros), una cantidad muy alta a la ahora mismo tampoco tiene acceso y que ha provocado que tenga unas deudas de más de 140.000 euros en conceptos de manutención de sus hijos, una factura que asciende a cerca de 20.000 euros al mes.

Por ello, el artista lanzó a los medios de comunicación una petición desesperada el pasado fin de semana. R. Kelly tenía un show en un club de Springfield y antes de la actuación -que duró exactamente 28 segundos- subió un vídeo a su Instagram en el que pedía a los medios que se calmaran y le dejaran trabajar, ya que tenía que afrontar el pago de numerosas deudas.

En este show, que se celebró un club con capacidad para 450 personas, el rapero solo pudo reunir a una centena, y su actuación se limitó a medio minuto cantando y un 'photocall', lo que viene siendo un bolo en toda regla. Con la diferencia de que los asistentes tuvieron que pagar 100 dólares -unos 90 euros- por entrar a verlo.

Cabe destacar que la figura de R. Kelly ha estado ligada a los abusos sexuales y a los menores prácticamente desde el principio. Solo hay que recordar su boda con la cantante Ashanti cuando esta solo tenía 15 años, un matrimonio que anularon los padres de la joven. Si bien su vida también está marcada por los abusos que él mismo sufrió.

Una dura infancia y un éxito temprano

Robert Sylvester Kelly nació en Chicago en 1967 y creció sin la figura de su padre, que les abandonó cuando él era pequeño. Su madre, Joanne, sacó adelante a sus cuatro hijos en una vivienda de protección oficial, de la que salía casi todo el día para ir a trabajar, dejando a los niños al cuidado de unas mujeres que no se comportaban como deberían. De hecho, el rapero confesó en su biografía que había sufrido abusos sexuales de niño por parte de una mujer unos 10 años mayor que él.

Esa viviencia le marcó de por vida, como se ha visto después. Además, su primera novia, cuando apenas tenía 8 años, murió ahogada en un río al ser empujada por otros niños más mayores. La pequeña Lulu fue su inspiración, según ha confesado siempre. Su pasión por la música fue quizá la que le salvó, pues pronto empezó a cantar en el coro de la iglesia y en su adolescencia actuaba en las calles de Chicago en busca de una oportunidad, que le llegó en 1991 cuando firmó por Jive Records.

Pocos años después, en 1996, le llegó su primer éxito mundial, la canción 'I believe I can fly', que fue banda sonora de la película de Michael Jordan 'Space Jam'. Este tema fue su pasaporte a la fama, pero ya por esa época surgieron las primeras denuncias de abusos sexuales, casi siempre protagonizados por menores, de las que siempre era declarado inocente.

Y eso espera que ocurra esta última ocasión, pues él niega tajantemente que se hayan producido tales hechos. No obstante, en esta ocasión, con el movimiento 'Me Too' en su punto álgido en Estados Unidos, la sensibilidad con estos casos es mayor, además de que hay más pruebas en su contra, lo que podría hacer que fuera declarado culpable por primera vez. Y que perdiera la fortuna que lleva años forjando.

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