Realismo y crítica social en ‘The Wire’

La primera escena de The Wire es una declaración de principios por sí sola. Dura poco más de dos minutos y en ella aparece el detective Jimmy McNulty junto a un amigo de Snot Boogie, un negro que acaba de ser asesinado. Éste le cuenta que el fallecido desplumaba a sus amigos durante la partida a los dados de todos los viernes. Un extrañado McNulty le pregunta por qué razón le dejaban jugar si siempre robaba el dinero, a lo que el negro contesta: “Porque sí. Este es un país libre, tío”.

Tras finalizar su última temporada en los Estados Unidos en marzo de 2008, The Wire, serie policiaca ambientada en la ciudad de Baltimore, se ha convertido en un fenómeno en internet y en una de las producciones más laureadas por la crítica especializada. Por eso no es de extrañar que uno de los buques insignia de la factoría HBO (A dos metros bajo tierra, Los Soprano, True Blood) haya asomado su casco en el ámbito académico.

En el marco de un congreso internacional dedicado a la representación de la realidad en televisión, cine y nuevos medios tuvo lugar la ponencia The Wire: representación como crítica política-social. Su autor, el profesor de Comunicación Audiovisual, Alberto N. García, defiende que la serie desmonta dos mitos estadounidenses: el del sueño americano, donde el trabajo duro te lleva a la riqueza; y el de América como un lugar de inclusión en donde existe “un lugar para ti”.

“La idea que una y otra vez manifiesta la serie es que el capitalismo ha destruido el tejido social, extendiendo el envilecimiento y el sálvese quien pueda. Con respecto al mito de América como lugar de inclusión, The Wire ofrece un relato que, en la mejor tradición del cine negro ilumina ‘la otra América’, el lado oscuro del sueño americano, un juego amañado donde todo el mundo, como en la anécdota inicial de Snot Boogie, está obligado a jugar”, apunta García.

Las calles de Baltimore frente al ‘glamour’ de CSI

The Wire es fruto del trabajo documental de sus creadores, David Simon y Ed Burns. Según el profesor de la Universidad de Navarra, parte de las situaciones que se suceden en la serie proceden del trabajo como periodista de Simon, que trabajó durante 13 años en un diario local de Baltimore. Lo mismo ocurre con Burns, que ejerció como policía durante 20 años y más adelante lo dejó para dedicarse a la enseñanza secundaria.

“The Wirees una especie de fresco social que pretende abarcar la ciudad de Baltimore. Todo esa crítica política, social y moral del sistema occidental está en la serie y la clave de que eso funcione es el tono realista. Las calles, el puerto, la política, la escuela, el periodismo, una serie de elementos que aparecen en cada temporada y en la que el pacto con lo real es importane para la eficacia que tiene la serie”, señala García.

Ese naturalismo y autenticidad de la que hace gala la aleja de otros cop-shows que gozan de mayor éxito entre los espectadores: “Frente al glamour científico de CSI donde los forenses acaban resolviéndolo todo o el montaje trepidante de 24, The Wire opta por un relato de ritmo pausado y anticlimático, carente de cliffhangers“, en referencia al momento final de suspense de un capítulo que no se resuelve hasta la siguiente entrega, recurso presente en series como Perdidos o en la recientemente estrenada FlashForward.

La mejor serie de la historia

La crítica se ha quedado prendada con la obra de Simon y Burns, y algunos ya la señalan como la gran ficción de la época dorada de la televisión. García también comparte este juicio: “Es más renovadora que Los Soprano. Junto con The Shield e In Treatment es la mejor de la historia, sobre todo por su ambición: esa idea de hacer crítica social en televisión no se había hecho antes con tal complejidad de tramas”, afirma.

Preguntado por el poco eco que ha tenido la serie en nuestro país, el autor del blog Diamantes en serie carga contra la programación de las cadenas nacionales en abierto: “Solo un canal de plataformas de pago, TNT, la ha emitido. Sería una serie para programar en La 2, por ejemplo, como un evento cultural de primera magnitud, aceptando que las audiencias no van a ser millonarias y que es obligatoria la versión original subtitulada (VOS)”, indica.

Fotogalería: realismo y crítica social en 'The Wire'