Revelan curiosidades de Barcelona que no aparecen en las guías turísticas

  • Dos periodistas han pateado las calles durante un año para descubrir "La Barcelona invisible", libro en el que revelan algunas curiosidades, como que la ciudad tuvo tres plazas de toros o que aún conserva la tercera reproducción original de la estatua de la libertad del siglo XIX que hay en el mundo.

Paco Niebla

Barcelona, 14 abr.- Dos periodistas han pateado las calles durante un año para descubrir "La Barcelona invisible", libro en el que revelan algunas curiosidades, como que la ciudad tuvo tres plazas de toros o que aún conserva la tercera reproducción original de la estatua de la libertad del siglo XIX que hay en el mundo.

Inma Santos (Barcelona, 1975) y Aureli Vázquez (L'Hospitalet de Llobregat, 1975), dos jóvenes periodistas apasionados de la capital catalana y amantes de dar grandes paseos por sus calles, tenían en mente desde hacía tiempo escribir sobre los detalles de la urbe que habitualmente pasan desapercibidos.

"Cuando paseas, hay que mirar arriba y abajo y fijarse en los detalles de los edificios, placas, fuentes o estatuas porque detrás de cada detalle hay una historia", ha explicado a Efe Inma Santos.

Así comenzó el proyecto de los dos periodistas, compañeros de facultad, que han hurgado en hemerotecas, husmeado en bibliotecas, interrogado a testimonios, buceado en archivos, curioseado en portales y, sobre todo, se han paseado y fijado en "una Barcelona admirada por muchos pero observada por pocos".

En el libro, publicado por la editorial Robin Book, que ya ha editado con éxito "1001 curiosidades de Barcelona", "Los secretos de las calles de Barcelona" y "La Barcelona de las mil caras", los autores descubren historias insólitas que se esconden tras una baldosa, una estatua, una fuente o una puerta desvencijada.

Explican, por ejemplo, que en el lugar que actualmente ocupa la moderna sede de Gas Natural diseñada por Enric Miralles, en la Barceloneta, había una plaza de toros, "El Torín", construida por Josep Fontseré en 1834 y que, con una capacidad para 13.000 espectadores, funcionó hasta 1923 y fue derruida en 1946.

O que en la biblioteca masónica privada Arús, en el número 26 del Paseo de Sant Joan, sobrevive una estatua de la libertad de dos metros de altura, que es la más pequeña de las tres copias originales de finales del siglo XIX que hay en el mundo, junto con la famosa de la Liberty Island de Nueva York, de 46 metros de altura, y la de París, algo más menuda, de 11,5 metros.

También descubren que de las ocho esculturas que hay en la plaza de Cataluña, dos no son originales, o que en uno de los vitrales de la basílica gótica de Santa María del Mar hay grabado, para sorpresa de culés y turistas, un escudo del FC Barcelona, porque este club patrocinó la reconstrucción de la vidriera en 1974.

"Nos gusta mucho Barcelona, somos de patear la ciudad, de pasearla a ver qué encuentras, una placa aquí, una escultura allá, y mirar libros...", ha explicado la coautora.

A Imma Santos una de las historias que más le han entusiasmado es la del número 3 de la calle Sant Sever, en pleno barrio Gótico, donde hoy se encuentra el restaurante "La Cassola".

Allí, a principios del siglo XX, estaba la "Gran Pensión La Verdad", que era una fonda especial sólo para sacerdotes y católicos donde se podían hospedar por 3,5 pesetas al día (pensión completa).

Hablando con una de las actuales propietarias del restaurante, los dos periodistas han podido documentar el caso de un monje gabrielista francés, Frédéric Selarié Laporte, que se hospedó en esta fonda huyendo de la persecución de los milicianos al comenzar la Guerra Civil.

Los autores reproducen partes de dos cartas personales inéditas del monje en las que relata los malos tratos físicos y psíquicos que sufrió antes de quedar arrestado en la pensión. Cuando le dejaron en libertad, intentó regresar a Francia, pero fue detenido en la estación y ajusticiado por los milicianos en Gavà (Barcelona).

"La mayoría de historias son de ir a buscar testimonios o de levantar la cabeza y mirar", como hizo Aureli Vázquez, cuando acudió a una reunión de trabajo al Palacio Malagrida, en el número 27 del Paseo de Gracia, alzó la vista y se percató de que hay una escultura con un cóndor andino presidiendo la fachada del edificio.

"Aureli se preguntó qué significaba aquella ave exótica en aquella fachada modernista, y ese fue uno de los puntos de partida de este libro", ha explicado Santos.

El libro también explica que en el edificio número 35 de la Rambla de Catalunya se rodó la película "REC" y que dentro hay un conjunto escultórico que, misteriosamente, no figura en los planos de la finca. Es, en fin, "un viaje apasionado por detalles insólitos de una ciudad casi desconocida", según el subtítulo de la obra. EFE.

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