Romà Gubern: La sociedad vive en un ecosistema audiovisual interactivo

  • El historiador Romà Gubern, que ha revisado y aumentado su legendaria "Historia del cine", considera que la sociedad actual vive en "un ecosistema audiovisual interactivo", por lo que piensa que "el tiempo del cine ha pasado".

Barcelona, 27 oct.- El historiador Romà Gubern, que ha revisado y aumentado su legendaria "Historia del cine", considera que la sociedad actual vive en "un ecosistema audiovisual interactivo", por lo que piensa que "el tiempo del cine ha pasado".

Con una memoria enciclopédica, Gubern, que acaba de cumplir 80 años, ha dicho hoy en la presentación del libro, publicado por Anagrama, que "actualmente conviven largometrajes, videoarte, videoclips musicales, videojuegos, este último el sector más lucrativo, y entre ellos hay permanentes contaminaciones e hibridaciones".

Símbolo de estos cambios es, según Gubern, que "en España hay unas cuantas capitales de provincia sin salas de cine, y, sin embargo, sus ciudadanos ven más películas que cuando había salas".

Circunstancias como que la serie "Sexo en Nueva York" fuera un éxito en la televisión y un fracaso en su adaptación al cine invita, según Gubern, a la reflexión.

"Los videojuegos es el sector más lucrativo de ese mundo audiovisual interactivo, porque la pantalla es la pared frontal de un paralelípedo, y con los videojuegos interactuamos dentro del paralelípedo. Así, se ve cumplido el mito de Alicia a través del espejo", apunta.

Publicado originariamente por encargo de la editorial Danae en 1969 en dos volúmenes, Gubern, que ha publicado en su trayectoria profesional 43 libros con su propio nombre, más una docena oculto tras un seudónimo, fue actualizando su "Historia del cine" con "periódicos añadidos" hasta 2001.

Aquella "Historia del cine" ya fue vendida a una editorial italiana el primer año que se vendió en la Feria del Libro de Fráncfort y se interesó la norteamericana Simon & Schuster con la única condición de que entregara la traducción al inglés, a lo que Gubern se negó por pereza.

"Fue mi mayor fracaso editorial, máxime porque en aquel momento sólo existía en el mercado norteamericano una historia del cine, 'The Living Star'".

El último capítulo añadido a su obra fue, recuerda Gubern, en 1995 con motivo del centenario del cine, un capítulo bautizado en la edición actual como "Epílogo en el centenario del cine", al que se suma otro, "Última sesión".

En este ulterior capítulo, Gubern no esconde su atracción por el cine de "grandes directores del cine como David Lynch -aunque lleva un tiempo parado-, Michael Haneke y Lars Von Trier o incluso Tarantino, hacia el que mantengo una actitud de ambigüedad".

Sobre el cine español, Gubern enumera las aportaciones valiosas de Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar, Carlos Saura, Álex de la Iglesia, Fernando y David Trueba, Isabel Coixet, Icíar Bollaín, Gracia Querejeta, José Luis Guerín, Isaki Lacuesta o Jaime Rosales, "del que me alegro que haya dejado el cine de museo para volver al cine clásico"

En general, asegura el autor, sigue manteniendo "los juicios estéticos" hacia el cine: "Eric von Stroheim y Eisenstein, a pesar de la caída del comunismo, me siguen pareciendo unos genios insuperables y sigo viendo a Pasolini como un gran poeta", algo que puede parecer "reconfortante, pero al mismo tiempo alarmante".

En el mundo hispanoblante, Gubern percibe "las revelaciones más fulgurantes", especialmente en México, con Alejandro González Iñárritu, el ubicuo Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón, pero también en Argentina, un "país cinematográficamente puntero" en las dos últimas décadas con títulos como "Nueve reinas", "La ciénaga", "El hijo de la novia" o "El secreto de sus ojos".

Al progreso que supone la digitalización audiovisual, Gubern anota algunas reservas: "Todos los superhéroes del cómic han saltado a la gran pantalla, pero en el cómic los héroes volando tienen un aire 'miguelangeliano' que se pierde en la imagen en movimiento".

"Cuando todo es posible, ya nada produce asombro", advierte Gubern, que destaca el "valor poético" del "viejo King Kong que tuvo que pelear con las transparencias".

La cinefilia es un fenómeno de juventud y la juventud pasa, una afirmación lanzada por el surrealista Breton en los años 50, que Gubern suscribe.

Como hijo de la Guerra Civil, Gubern se convirtió en cinéfilo como Juan Marsé, Manuel Vázquez Montalbán o Terenci Moix, porque era "el refugio de una España gris", y su cinefilia nació con el cine negro americano.

Luego vino el neorrealismo, que hizo que se viese el cine como una realidad política, y el poco cine italiano que llegó a España ya entroncaba con las preocupaciones políticas que teníamos en España, evoca Gubern.

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