"Saw VII 3D" regresa al sucio retrete donde comenzó la saga

  • La nueva entrega se vende como el final de la serie iniciada por el director James Wan en 2004, aunque se prepare una octava parte para este 2011.
Tráiler 'Saw VII 3D'
Tráiler 'Saw VII 3D'
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Julio Vallejo | aviondepapel.tv

Cada década tiene su serie de películas de horror característica. Si el desfigurado Freddy Krueger fue el rey de los 80, la serie "Scream", con su irónica y referencial versión del género terrorífico, se convirtió en la dueña de los 90. El comienzo del segundo milenio tiene a la franquicia "Saw" como estandarte.

Ahora, cuando enfilamos un nuevo decenio, nos llega la séptima parte de las fechorías de Jigsaw, un psicópata especializado en someter a sus víctimas a dilemas morales y terribles torturas. Ni la muerte ha podido parar a este asesino, capaz de planificar aquellos crímenes que no pudo cometer en su paso por este mundo.

Fin de una época

Lo que sí parece evidente, pese al anuncio de una nueva entrega de la franquicia, es el fin de una etapa dentro de la serie. El filme de Kevin Greutert cierra en cierta medida un ciclo iniciado en 2004 con el primer largometraje.

La cinta retoma a uno de los protagonistas del primer filme, reúne a supervivientes de las anteriores entregas, desvela algún secreto bien guardado de la saga y acaba donde todo empezó: en un sucio retrete.

Todo ello condimentado con los ingredientes habituales: encrucijadas morales, pruebas de supervivencia y mucha, mucha sangre.

En "Saw VII 3D" seguimos los pasos de un hombre que ha escrito un libro donde cuenta cómo sobrevivió a Jigsaw. La soberbia de este aprovechado le ha llevado incluso a ofrecer su ayuda a otras víctimas del psicópata. Sólo su equipo de marketing conoce la verdad: todo es una pantomima. No obstante, tanto él como sus cómplices sabrán lo terrible que puede ser cruzarse en el camino de Jigsaw.

Una saga sangrienta

Aunque sus valores cinematográficos sean prácticamente nulos, "Saw" quedará como la saga terrorífica más taquillera de la historia. Curiosamente, aunque no muchos lo sepan, la popular serie de películas comenzó con un corto que realizaron el director James Wan y el guionista Leigh Whannell. Aquella pequeña película convenció a los productores, que decidieron convertirla en un largometraje de bajo presupuesto.

Nadie creía que el éxito de la cinta fuera a provocar tantas secuelas. Lástima que la habilidad con la que Wan manejaba un escenario casi único y un suspense más o menos mantenido a lo largo del metraje se haya ido diluyendo en unas películas cada vez más formularias y centradas simplemente en las sádicas torturas.

Como muy bien recordaba el creador de la franquicia en el pasado festival de Sitges, el primer largometraje no era ni la mitad de sangriento que lo han sido las últimas entregas de la serie.

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