Surrealismo a ritmo de Tchaikovsky en "La venta del paraíso" de Barrachina

  • El viaje de una joven mexicana en busca de una vida mejor en España se viste de surrealismo en "La venta del paraíso", una película de Emilio Barrachina, que adapta a la pantalla, a ritmo de Tchaikovsky, la novela homónima que presentó en 2005.

Madrid, 16 abr.- El viaje de una joven mexicana en busca de una vida mejor en España se viste de surrealismo en "La venta del paraíso", una película de Emilio Barrachina, que adapta a la pantalla, a ritmo de Tchaikovsky, la novela homónima que presentó en 2005.

"Lleva las mismas cadencias que lleva 'La obertura'. Para mí, hacer un guión siguiendo las pautas de una sinfonía es interesante, porque si la sinfonía está bien contada, el guión estará bien contado", ha explicado Barrachina en una entrevista con Efe.

"La venta del paraíso" cuenta con la que ha sido la última actuación de la recientemente fallecida Mariví Bilbao.

Los primeros compases de esta película, cuyo guión redactó el maestro de Barrachina, Gonzalo Suárez, beben de un realismo social clásico.

Pero desde el momento en el que la protagonista se encuentra a Paisa (Carlos Iglesias) la película se llena de los colores del maquillaje de Juanjo Puigcorbé, que en su papel de travesti es "la reencarnación de Mari Sampere", explica el director, que se formó bajo la influencia de Sergio Cabrera.

Todas las tramas de la cinta confluyen en un gran concierto, lo que hace que el final, se resuelva, "como todas las cosas, sin palabras".

Una comedia que disfraza el drama de la vida de los personajes que, aunque inimaginables, son personas reales que Barrachina ha conocido a lo largo de su vida.

Un mendigo que sueña en arpegios, un cura con una cruz capaz de disparar balas y una posadera que encubre un negocio de línea caliente, en el que trabaja el personaje al que encarna Mariví Bilbao, bajo las cortinas de su inusual pensión. Todas estas esperpénticas almas están tras la puerta de la pensión de "La pura".

"Hay homenajes explícitos en la película. Tanto el mendigo con el sujetador como la novia, o la cena, son de Viridiana. Y si tiramos del hilo seguramente saldrán Berlanga, Mihura y hasta Valle-Inclán", explicaba el director durante la rueda de prensa.

Pero a pesar de inspirarse en los clásicos, "La venta del paraíso" está muy de actualidad: "Parece mentira que hayan pasado ciento y pico años desde 'Luces de Bohemia' y aún hablemos de lo mismo. De los bancos, de las deudas y sobre todo, de como el poder nos roba los sueños".

"La venta del paraíso" hace una clara crítica a la situación política social del Sur de Europa, y si James McTeigue volaba el Big Ben en "V de Vendetta", el español hace lo mismo con la Gran Vía.

"Todas las revoluciones tienen tres frases: la del miedo, la de la indignación y la de la revolución". Barrachina cree que en España nos encontramos aún en la del miedo y, sin querer alentar a nada, cree que "si siguen apretando llegaremos hasta la indignación".

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