Brasil se paraliza para ver el último capítulo de la telenovela de moda

  • Brasil virtualmente se paralizó esta noche por setenta minutos para asistir al final de la telenovela de moda, "Avenida Brasil", campeona de audiencia y que con una mezcla de humor, drama y fútbol retrató el ascenso de la clase emergente del país.

Sao Paulo, 19 oct.- Brasil virtualmente se paralizó esta noche por setenta minutos para asistir al final de la telenovela de moda, "Avenida Brasil", campeona de audiencia y que con una mezcla de humor, drama y fútbol retrató el ascenso de la clase emergente del país.

Bares y restaurantes se disputaron sus clientes este viernes con promociones anunciadas durante toda la semana que tenían como gancho principal la transmisión en pantallas gigantes del culebrón producido por el canal de televisión Globo.

En muchos lugares de Sao Paulo y Río de Janeiro, las calles habitualmente llenas de autos y gente un viernes por la noche, estuvieron desoladas, como si la televisión estuviese transmitiendo un partido importante de fútbol.

En la ciudad de Salvador (noreste), la justicia, a pedido de un político, impidió que en un mitin del candidato a la alcaldía de la ciudad por el Partido de los Trabajadores (PT), al que asistió la presidenta Dilma Rousseff, exhibiera en pantallas gigantes el capítulo final de la telenovela para que no fuese usada para atraer electores.

En otro mitin del PT, en la ciudad de Santo André, en la periferia de Sao Paulo, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva manifestó que tenía que terminar su discurso antes del tiempo "para los hombres y mujeres poder ir a casa y ayudar a Tufao que fue secuestrado".

Tufao fue uno de los protagonistas de la trama y su personaje representa a un exfutbolista, ídolo del Flamengo y de la selección brasileña, que se hace millonario, pero sigue viviendo en el barrio de Divino, un suburbio de Río de Janeiro, con toda su familia y amigos.

En Sao Paulo, la propaganda del candidato José Serra, que disputará el 28 de octubre en segunda vuelta la alcaldía de la ciudad, incluyó hoy en uno de sus mensajes televisados a una simpatizante que preguntaba "¿quién mató a Max?", uno de los enigmas del final del culebrón.

El Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS) calculó que el consumo de energía en el horario de la telenovela aumentaría un 5,0 por ciento y por eso dispuso un plan operacional para solventar cualquier emergencia.

Fenómeno de audiencia, la telenovela registró un promedio de 49 puntos, equivalentes al 69 por ciento de los televisores encendidos en los hogares en los que hizo sus mediciones el instituto Ibope.

En términos económicos, el melodrama le generó importantes ganancias a Globo, que en el capítulo final contó con 500 anunciantes en las 122 estaciones del canal en todo el país.

Algunos de ellos, que exhibieron sus marcas dentro de la propia trama, pagaron hasta 1,8 millones de reales (unos 900.000 dólares) por aparecer en el esperado capítulo visto por millones de brasileños, según la revista Época Negocios, del grupo Globo.

"Avenida Brasil", el nombre de la telenovela, hace referencia a una vía que atraviesa los suburbios de Río de Janeiro, entre ellos el ficticio barrio del Divino, donde transcurre la historia.

En el centro de la trama están los nuevos ricos de la familia del exitoso Tufao, que fracasa al no percibir durante años las traiciones y engaños de Carminha, una exprostituta con signos de psicópata con quien se casó sin saber nada de su oscuro pasado.

El final de la pérfida Carminha generó en los últimos días toda suerte de especulaciones en la prensa y en los portales de internet, uno de los cuales, Universo Online (UOL), transmitió hoy en vivo minuto a minuto el capítulo final, como suele hacerlo con los partidos de fútbol.

Lo jocoso de la trama presentó a un empresario en bancarrota casado y conviviendo al mismo tiempo con tres mujeres y sus hijos, y a una sensual aspirante a modelo igualmente unida a dos jóvenes futbolistas que en un triángulo amoroso comparten la paternidad de un hijo.

El ascenso social se vio también con Monalisa, una peluquera que se hace millonaria con su trabajo en un modesto salón de belleza de barrio, así como con Janaína, ama de llaves de la mansión de Tufao, quien contrata una empleada doméstica a quien da el mismo trato displicente que ella recibía de su patrona.

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