Twombly, el más lírico y europeo de los pintores estadounidenses

  • La muerte hoy del pintor Cy Twombly deja al firmamento artístico mundial sin una de sus "raras avis", autor de una sólida carrera al margen de las prisas de la moda y en la que celebró la cultura mediterránea con extrema delicadeza.

Washington, 5 jul.- La muerte hoy del pintor Cy Twombly deja al firmamento artístico mundial sin una de sus "raras avis", autor de una sólida carrera al margen de las prisas de la moda y en la que celebró la cultura mediterránea con extrema delicadeza.

Nacido en Lexington, Virginia, en 1928, Twombly encarnó la imagen del artista estadounidense fascinado por la cultura del Viejo Continente, donde se mudó a finales de 1950 tras casarse con la italiana Tatiana Franchetti.

El pintor, hijo de un jugador de béisbol, estudió arte en Boston y Nueva York, donde conoció al pintor Robert Rauschenberg.

En 1951 se mudó a Carolina del Norte para estudiar en la prestigiosa Escuela de Black Mountain, fecha en la que presenta públicamente sus primeros trabajos.

En esa época, la escuela tiene entre su plantilla de profesores a las puntas de lanza del expresionismo abstracto de Estados Unidos: Franz Kline y Robert Motherwell.

Motherwell calificó a su entonces alumno como "el más dotado de los jóvenes y uno de los más naturales artistas de su generación".

En 1952, Twombly se embarca junto con su amigo Rauschenberg en un viaje de casi un año de duración por España, Italia, el Norte de África y Suramérica.

Posteriormente vuelve a EE.UU., donde consigue trabajo como profesor en Southern Seminary and Junior College de Buena Vista, en Virginia.

Sin embargo, en 1957, atraído por el encanto de la cultura griega y latina, se muda definitivamente a Italia, país que ya no abandonará hasta su muerte hoy, y donde tuvo varias residencias en Roma y Nápoles.

Pese a proceder de la órbita del expresionismo abstracto, su mudanza a Italia transforma su pintura, que deja atrás la obsesión por el trazo de los comienzos y adquiere una paleta de colores más cálidos fruto de su conexión mediterránea.

Apasionado por la mitología griega y romana y la literatura clásica europea, muchos de los cuadros de Twombly están inspirados en obras clásicas de Homero, Virgilio o Rilke.

Twombly se mantuvo alejado del foco mediático, especialmente en EE.UU., donde siempre fue considerado el más "europeo" de su generación y un "pintor de pintores", aunque en los últimos tiempos también realizó esculturas y fotografías.

Es precisamente en Europa donde más atención se le prestó, y en los últimos años se celebraron retrospectivas en la Tate Modern Gallery de Londres y en el Museo del Prado de Madrid, en 2008, en la que mostró una serie de enormes lienzos con su peculiar visión de la Batalla de Lepanto.

Su obra, distanciada tanto del Pop Art de sus amigos Rauschenberg y Jasper Johns como del minimalismo imperante en los 60 y 70, nunca tuvo impacto masivo pero se mantuvo como referencia singular en el panorama artístico internacional.

En 1994, el comisario de su retrospectiva en el MoMA de Nueva York, Kirk Varnedoe, salió al paso de las críticas al trabajo de Twombly con un artículo titulado "Tu hijo no podría hacer esto, y otras reflexiones acerca de Cy Twombly".

Entre sus maestros, el pintor estadounidense siempre citaba a Paul Klee, Jean Dubuffet y Nicolás Poussin, a quienes rendía homenaje en sus lienzos en los que mezclaba escritura, materiales variados, garabatos y grafitis.

Dentro de los premios que recibió, se encuentran el ser nombrado caballero de la Legión de Honor por el Gobierno francés en 2010 y el León de Oro de la Bienal de Venecia en 2001.

La polémica que envolvió siempre a su trabajo, calificado de críptico por algunos y arrebatador por otros, se escenificó en 2007 cuando una espectadora fue arrestada en una exposición en Aviñón, Francia, por besar un cuadro de Twombly y dejar un rastro de carmín en el lienzo, valorado en 2 millones de dólares.

La apasionada espectadora, que argumentó ante el tribunal francés que el gesto fue "un acto de amor hacia el cuadro", fue obligada a pagar 1.500 dólares al propietario, 500 al galerista y 1,50 al autor.

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