En ocasiones los esfuerzos de los arqueólogos para encontrar restos de antiguas civilizaciones quedan frustrados, marchándose de posibles yacimientos con las manos vacías.
Todo lo contrario que lo que le sucedió a un niño israelí de tan solo 7 años.Ori Greenhut, así es como se llama el pequeño, estaba subiendo a un montículo de arena junto a sus amigos en la localidad de Tel Rejov cuando se encontró con algo que le llamó la atención. Cubierta de tierra y semi enterrada, cogió lo que le pareció una piedra algo peculiar.
Tras sacudir y limpiar la arena que la rodeaba, se dio cuenta de que se trataba de una figura de una mujer.
El niño se la llevó a casa donde se la mostró a sus padres."Ori volvió a casa con la impresionante figura con mucha emoción. Le explicamos que era algo antiguo y que los hallazgos arqueológicos pertenecen al Estado", explicaMoriya Greenhut, la madre de Ori.
Las autoridades han certificado que se trata de una figura con 3.400 años de antigüedad que pertenece a la época cacánea (del bronce medio). Realizada a partir de arcilla, la escultura podría representar una diosa de la fertilidad Astarté o simplemente la figura de una mujer real.
El director de la expedición abierta en Tel Rejov, Amihai Mazar, considera que el hallazgo es una estupenda muestra escultórica de la época, al que suma su valor el excepcional estado en el que se encuentra.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios