Una colección de los mejores autómatas en Casa Lis es la protagonista de una exposición en Salamanca

Salamanca.- Los mejores trabajos artesanales de los maestros franceses de muñecos del siglo XIX rememora, mediante una selección de algunas de las mejores piezas de autómatas procedente de los fondos del Museo de la Casa Lis, una exposición abierta hoy en Salamanca.

Un total de 19 piezas entre las que destaca "Gargantua", recientemente adquirida por el museo y que destaca por la complejidad de movimientos y uno de las mejores representaciones de la casa francesa Roullet & Decamps, ha explicado en la presentación el director de La Casa Lis, Pedro Pérez.

Los autómatas salen por una temporada de las vitrinas del museo salmantino para abrirse a las salas de exposiciones, en este caso la de Caja Duero en Salamanca.

Para su muestra se ha creado una gran escenografía en la que se incide en el protagonismo de la pieza y del tiempo en el que fueron creadas.

Pérez ha resaltado que "para poner en función" estos juguetes, con un complejo mecanismo que le permite el movimiento y que incluye música, se ha montado un típico salón burgués de finales del siglo XIX en el que era habitual concitar a las amistades para mostrar los autómatas cuando eran adquiridos "ya que se trataba de piezas muy caras".

Se trata de unas piezas "muy delicadas" y apenas inexistentes en el mercado de la compra-venta en este momento, ha recordado el director de la Casa Lis, quien ha asegurado que tuvieron "mucha suerte al adquirir cuatro nuevas hace dos años".

Unos delicados juguetes que pueden llegar a alcanzar precios de entre 60.000 y 70.000 euros, dependiendo del estado de conservación en el que se encuentren.

Procedentes del barrio parisino de Marais, en el proceso de creación de estas piezas intervenían tres tipos de artesanos; como son los fabricantes de automatismos que se encargaban a relojeros suizos, los responsables de hacer las cabezas y manos de biscuit y los creadores de los trajes.

Los mecanismos de cuerda que hacen posible los movimientos de las cabezas, manos y piernas están ocultos en los vestidos y conectados con un dispositivo musical de uno o varios cilindros.

Además del movimiento, también hay otro mecanismo para la música que, generalmente, se encuentran en unas cajas que sirven de peanas a los muñecos.

Después de esta muestra, que se clausurará el 4 de abril, las piezas regresarán al salmantino Museo de la Casa Lis para someter a un proceso de restauración a la mayor parte de los trajes "ya que son de seda y muy delicados".

Sobre la muestra, el director de la Obra Social y Cultural de Caja Duero, Antonio Sánchez Puerto, ha elogiado la importancia y belleza de un montaje en el que el visitante puede encontrar piezas que hasta ahora no habían sido expuestas en el museo.

Para ubicar al espectador en la época, además de la reproducción de un salón burgués, también existe un montaje con fotos de Gombau sobre la Casa lis y su dueño, Miguel de Lis y la vida que en ella se desarrollaba y en la que aparecen los autómatas. .