Wim Mertens y Kirmen Uribe buscan juntos la voz del "hombre común"

  • Wim Mertens pone la música y Kirmen Uribe los textos, extraídos de su novela "Lo que mueve el mundo", en un experimento compartido que busca la voz del "hombre común", un espectáculo que se estrena el domingo en los Teatros del Canal de Madrid como antesala de una gira conjunta.

Madrid, 29 nov.- Wim Mertens pone la música y Kirmen Uribe los textos, extraídos de su novela "Lo que mueve el mundo", en un experimento compartido que busca la voz del "hombre común", un espectáculo que se estrena el domingo en los Teatros del Canal de Madrid como antesala de una gira conjunta.

El escritor vasco y el músico belga se encontraron por primera vez hace un año, durante un festival de poesía en Bilbao. "Me propusieron hacer algo con un músico internacional y yo elegí a Wim Mertens, fue el primer nombre que me salió, de manera intuitiva, y afortunadamente dijo que sí", cuenta a Efe Uribe.

Recuerda ahora el autor de "Bilbao-New York-Bilbao" sus años universitarios, a principios de los noventa, cuando antes de ir a clase en la facultad de Letras de Vitoria, se ponía los discos de Mertens para ir "motivado".

Dos décadas después, el músico ha creado composiciones inspiradas en la novela de Uribe, que cuenta la historia de otro escritor, el también belga Robert Mussche, que en mayo de 1937 acogió a una niña vasca de la guerra en su casa de Gante (este de Bélgica).

"Hay composiciones nuevas y también de otros discos como 'When Tool met Wood', que acaba de publicarse en España", señala a Efe Mertens que, ya en 1989, demostró su interés por la escritura en un disco llamado "Motives for Writing".

"Escribir es concretar, dar una definición bastante precisa de las cosas, mientras que la música es más fluida y vaga. Esa confrontación me ha interesado mucho, averiguar hasta dónde es posible llegar", explica.

Pasar de la poesía a la prosa ha sido un paso más en el camino de la experimentación para un músico habituado a ella.

La primera selección de textos corrió a cargo de Uribe. "Lo importante es que fuera un espectáculo independiente", señala, "y por eso elegí fragmentos de la novela que, primero, funcionasen como poemas y, después, que entre todos ellos contasen una historia".

A partir de ahí fue el turno de Wenders, que se dejó llevar por la intuición.

"Había distintas posibilidades", cuenta. "Con la música puedes amplificar un texto, ir en la misma dirección, pero también puedes neutralizarlo o incluso contrariarlo. La finalidad era siempre la misma, crear algo nuevo, que texto y música se abrieran a una nueva dimensión".

Más allá del nexo de la escritura, Mertens y Uribe han descubierto una pasión común: el hombre común, ordinario, de a pie.

"A menudo sentimos que el mundo nos impide hacer cosas, que el mundo molesta", apunta Mertens, "y es en la música, la poesía, la escritura en general, donde podemos hallar la posibilidad de escapar y de interesarnos por el hombre concreto y ordinario".

"En mi música ese interés se traduce en la inspiración vocal, aunque sea instrumental, mientras que en Kirmen está muy presente en la selección de temas y una posición muy ligada a lo que llamamos 'common man'", añade.

Uribe asiente y va más allá.

"Creo que también coincidimos en la aparente sencillez, en la claridad de sus composiciones y de mis textos, muy alejados del adorno, nada barrocos, que buscan la esencia".

Mostrar comentarios