Enfrentamientos y ataques aéreos al este de Damasco a pesar del alto el fuego

  • Activistas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos han denunciado este miércoles nuevos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad de Siria y los rebeldes al este de Damasco, los primeros que se producen en tierra desde que se declarara el alto el fuego este fin de semana, que ya se había roto con bombardeos del Ejército de Siria sobre la región de Ghuta Oriental, controlada por los rebeldes.
Enfrentamientos y ataques aéreos al este de Damasco a pesar del alto el fuego
Enfrentamientos y ataques aéreos al este de Damasco a pesar del alto el fuego
Reuters/EP
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Los enfrentamientos han tenido lugar alrededor de Ain Terma, en el borde occidental de Ghouta Oriental. Por otra lado, los ataques aéreos perpetrados en tres localidades de esta zona han matado a un niño y han herido a otros 11 civiles. En 48 horas, según el Observatorio, han muerto unos 55 civiles, una cifra que probablemente aumente.

Este martes, la organización, con base en Londres pero que cuenta con numerosos informadores en el terreno, informó de las primeras bajas civiles desde que comenzó el alto el fuego el sábado. Rusia ha negado la información, asegurando que es una "mentira absoluta" destinada a desacreditar el trabajo de las fuerzas de seguridad rusas desplazadas en Siria.

Ghuta Oriental es la única área importante cerca de la capital en la que los rebeldes permanecen. Desde 2016 el Ejército de Siria, apoyado por Rusia, ha reducido considerablemente el control de otras áreas controladas por los rebeldes alrededor de Damasco.

El Ejército sirio, con el apoyo del Gobierno ruso y gracias a la mediación de Egipto, anunció la entrada en vigor de un alto el fuego en la región de Ghuta Oriental a partir de las 12.00 horas de este sábado y advirtió que se reservaban el derecho a responder a cualquier incumplimiento de la tregua.

Este acuerdo se incorpora al armisticio que entró en vigor el 9 de julio en las provincias de Al Quneitra, Suwaida y Derá, en el suroeste de Siria, fruto de un acuerdo entre Estados Unidos, Rusia y Jordania, que se comprometieron a utilizar su influencia en las partes en conflicto para frenar la violencia y establecer "una zona de seguridad".

Otras tres zonas de distensión abarcan la provincia de Idlib, parte de las vecinas Latakia, Alepo y Hama y parte del norte de la provincia de Homs de acuerdo con un memorando que Rusia, Turquía e Irán -países garantes del llamado proceso de Astaná- firmaron a principios de mayo pasado.

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