FOTOGRAFÍAN DESDE EL ESPACIO CÓMO SE DECOLORA LA GRAN BARRERA DE CORAL AUSTRALIANA

Dos imágenes captadas por los satélite Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA) desde el espacio demuestran la decoloración de la gran Barrera de Coral Australiana.
Tras estudiar las imágenes capturadas por Sentinel-2 al sobrevolar los arrecifes entre enero y abril, los científicos del proyecto Sen2Coral de la ESA vieron áreas que se volvían de un blanco brillante y que luego se oscurecían de nuevo.
El fenómeno se confirmó gracias a dos fotografías sucesivas realizadas en febrero, que indicaban una duración aproximada de la decoloración de al menos diez días.
Esta pérdida de color se produce cuando las algas que viven en los tejidos de los corales, que captan la energía del sol y son esenciales para su supervivencia, son expulsadas debido a las altas temperaturas del agua.
Los corales decolorados pueden por tanto morir, lo que tiene consecuencias sobre el ecosistema del arrecife y en la pesca, el turismo regional y la protección de las costas.
La decoloración de un coral puede prolongarse hasta seis semanas y, aunque los corales pueden recuperarse, también pueden morir o recubrirse de algas. En este último caso, vuelven a oscurecerse y son difíciles de distinguir de los corales sanos en las imágenes por satélite, indican los científicos. Esto hace necesario monitorizar los arrecifes de forma sistemática y frecuente, para poder identificar las decoloraciones desde el espacio.
El doctor Chris Roelfsema, del Centro de Investigación de Detección Remota de la Universidad de Queensland y director del Great Barrier Reef Habitat Mapping Project (proyecto de cartografiado del hábitat de la Gran Barrera de Coral), ha llevado a cabo campañas de campo en la zona, recopilando miles de imágenes geolocalizadas de los corales en enero y en abril. Estas se utilizaron para confirmar las observaciones de los satélites.
“En las zonas donde se aprecia decoloración, la abundante cubierta de coral observada en enero había sido sustituida en su mayor parte por algas”, prosiguió, "y solo se apreciaban algunos ejemplares de coral supervivientes”. Las imágenes y los datos de campo sugieren que este área se ha visto fuertemente afectada”, concluyó.
La frecuente recaptura de las imágenes por parte de Sentinel-2 permite detectar los fenómenos de decoloración antes de que la recuperación de los corales o el crecimiento de algas haga que la zona vuelva a oscurecerse.
Según la ESA, ahora que los dos satélites de Sentinel-2 están en órbita, la misión puede contribuir significativamente a comprender mejor las presiones que los arrecifes coralinos sufren a escala global. “Ahora que sabemos que la decoloración puede verse en imágenes, el reto es producir software fiable que pueda cartografiarla o cuantificarla”.

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