El portavoz gubernamental, Jacob Hachuel, ha explicado en rueda de prensa que la Administración local ya tiene una relación de voluntarios que se encargarán de alimentar y velar por las condiciones sanitarias de las 46 colonias identificadas en la ciudad.
Además, deberán comprometerse a "colaborar en la captura de los ejemplares susceptibles de castración, mantener limpia y saneada el área en el que esté situada la colonia y comunicar si hay gatos enfermos, desaparecidos o nuevos, entre otras tareas".
Según ha precisado el también consejero de Presidencia, esos voluntarios se encargarán, además de darles de comer "pienso específico", de "controlar" y "detectar" casos en los que sean necesarias intervenciones quirúrgicas veterinarias o control de parásitos.
El objetivo último es que los gatos callejeros no se conviertan en un problema de Salud Pública, estén debidamente atendidos y su población no sea "ni mucha ni poca" para que cumpla su papel en el control de "roedores, cucarachas o palomas".
Sanidad ya puso en marcha hace exactamente un año un programa de captura, esterilización y suelta (CES, en sus siglas en español; TNR, en inglés) como experimento piloto en un espacio del centro de la ciudad cuya ubicación exacta no se ha revelado para evitar que se convierta en un punto de abandono de animales.
Las zonas en las que se establecen las colonias estarán señalizadas con un cartel indicativo con una mención expresa a la existencia de voluntarios autorizados para su cuidado y alimentación, con advertencia de no dar de comer y no dejar perros sueltos para evitar agresiones.
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