GESTHA CREE QUE LA INFANTA CRISTINA PODRÍA HABER COOPERADO EN LOS DELITOS FISCALES IMPUTADOS A SU MARIDO

El sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) considera que la infanta Cristina podría haber cooperado en los delitos fiscales imputados a su marido, Iñaki Urdangarín, en los años 2007 y 2008.
Gestha señala en un comunicado que no comparte las declaraciones de los peritos de Hacienda que exculpan a la hermana del Rey porque considera “difícil” entender su papel desempeñado en Aizoon en la que, estando en régimen de separación de bienes, participa como propietaria del 50% de un capital de tan solo 3.000 euros, cuando su marido podría haber constituido una sociedad limitada unipersonal.
Aunque para el colectivo era “previsible” que los peritos ratificaran la posición de la Agencia Tributaria de exculpar a Cristina de Borbón en la cooperación en los delitos fiscales de su marido, entiende que su “eventual” responsabilidad penal “no se ha visto disminuida por lo manifestado por los peritos en el proceso”.
En este sentido, los Técnicos de Hacienda aclaran que para determinar la cooperación en el delito fiscal es “indiferente” si la infanta Cristina no era administradora de hecho ni socia de control o, del mismo modo, no participara en la gestión.
Gestha señaló que la Agencia Tributaria considera que tanto el Instituto Nóos como las sociedades satélites constituidas para “vaciarlo” de fondos son una simulación, es decir, son sociedades sin estructura, por lo que procede levantar el velo de este entramado.
De este modo, la responsabilidad por el comportamiento omisivo de la esposa del socio de Urdangarín, Diego Torres, surge no por su condición de accionista, sino por el mismo riesgo creado al utilizar y participar en una sociedad familiar que no es más que una mera pantalla o simulación.
A juicio de Gestha, es “muy probable” que las esposas de Urdangarín y Torres estuvieran contribuyendo a defraudar al fisco con su participación en las respectivas sociedades simuladas y además se beneficiaron de ello.
En concreto, apuntan que “el dinero que recibía Aizoon no se quedaba en su cuenta, sino que se disponía del mismo por sus socios sin que tampoco estos declarasen esos dividendos en su impuesto sobre la renta, de manera que también podrían haber colaborado en la ocultación de esos beneficios”.

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