James y Claire Weir de Paisley, Escocia, pensaron que sus diminutas gemelas morirían, pero actualmente estas pequeñas idénticas protagonizan el caso de gemelas más prematuras jamás registrado en Gran Bretaña.
Dormitando en el regazo de su madre, de 31 años, las pequeñas Annabelle e Imogen son una perfecta imagen de la felicidad. Pero para llegar a este momento, ambos bebés se tuvieron que enfrentar a una batalla por la supervivencia, tras nacer con sólo 23 semanas y cuatro días en el viente de su madre.
Al ver la luz, Annabelle e Imogen cabían en un mano y su existencia estaba en el aire cuando llegaron inesperadamente al mundo en abril pasado. La asociación Tamba (Twins and Multiple Births Association), que ayuda a la familia, aseguran que su supervivencia es realmente algo increíble.
En sus primeros cuatro meses de vida en el hospital, estas hermanas gemelas idénticas soportaron múltiples transfusiones de sangre y cirugías de emergencia. Ni siquiera podían usar ropita por temor a que su delicada piel pudiera desgarrarse.
Sin embargo, ahora están en casa, en Paisley, con sus felices padres y sorprendiendo cada día a los médicos, que no terminan de creerse su buena evolución.
Según declaraciones de los padres recogidas en medios británicos, si las niñas hubieran nacido hace sólo dos años no habrían sobrevivido, ya que no existía la actual tecnología médica.
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