Machar achaca a "problemas logísticos y administrativos" el aplazamiento de su viaje a Yuba

"Dicen que tenemos 'luz verde', pero no tenemos un avión a nuestra disposición para hacer el viaje. Esto debería llevar tres o cuatro días", ha dicho, en una entrevista concedida a la emisora Radio France Internationale.

Así, el líder rebelde ha asegurado que, después de la firma del acuerdo de paz, los rebeldes han expresado su voluntad de "regresar a Yuba para lograr la paz en todo Sudán del Sur y formar un Gobierno de unión nacional".

"Tenemos diez ministerios, el otro bando, seis, y el resto de partidos políticos, cuatro. Estamos en proceso de consulta para rellenar esos diez puestos", ha añadido, manifestando que en el futuro gobierno "todos tendrán que trabajar unidos". "Todos deseamos la paz. Quiero que llegue la paz, que la situación sea normal en mi país", ha remachado.

Este mismo miércoles, el Gobierno ha anunciado que acepta la demanda del Movimiento por la Liberación del Pueblo Sudanés-Oposición (SPML-O) de entrar en la capital con el respaldo de 195 rebeldes, según ha informado la emisora sursudanesa Eye Radio.

""Estos soldados vendrán con sus rifles personales, sin más armas o personal. El avión que traslade a Machar con su personal, que no esté armado, puede venir a Yuba cuando quiera", ha manifestado el ministro de Información, Michael Makuei.

Estaba previsto que Machar viajara a Yuba durante la jornada del lunes, si bien el desplazamiento se aplazó debido a que el general rebelde Gatwech Dual no consiguió el permiso para entrar a Etiopía, desde donde volaría a la capital sursudanesa.

Gatwech Dual es uno de los principales altos cargos militares de los rebeldes contra los que pesan sanciones de Naciones Unidas desde 2015 por su papel en el conflicto en el país africano.

El presidente del país, Salva Kiir, cesó a Machar como vicepresidente en 2013 y, a finales de ese año, se desató una guerra entre militares leales a ambos dirigentes que terminó por reabrir un enfrentamiento étnico. Miles de personas perdieron la vida y 2,3 millones tuvieron que abandonar sus hogares.

Después de meses de infructuosas negociaciones y fallidas treguas, finalmente las partes alcanzaron en enero un acuerdo de paz por virtud del cual Kiir y Machar se comprometieron a formar un gobierno de unidad nacional.