Marcha de discapacitados llega el lunes a La Paz para dialogar con Evo Morales

Una caravana de al menos 400 discapacitados, que ya lleva marchando más de un mes, ingresará este lunes a la ciudad de La Paz, demandando mejoras en el subsidio que reciben y con esperanza de dialogar con el presidente Evo Morales.

"Hemos tenido una asamblea general en la cual se ha optado por partir (el lunes) a las 7 de la mañana rumbo a la ciudad de La Paz, donde estimamos estar entre dos o tres de la tarde", declaró a la emisora Panamericana el líder de los manifestantes, Marcelo Vásquez.

Los discapacitados pernoctaron el fin de semana en la ciudad de El Alto, a 12 km de La Paz, donde fueron hospedados en un coliseo deportivo y recibieron la solidaridad de jóvenes y voluntarios que les proporcionaron abrigos, medicinas, vituallas y material para la higiene.

Los discapacitados solicitan que el bono anual de 11,5 dólares que reciben sea incrementado a 72 dólares, pero el gobierno de Morales se niega a pagar por el efecto que tendría en la economía.

"Hemos enviado una carta al presidente Evo Morales para que nos dé audiencia, hora y fecha para el diálogo sobre el punto en cuestión", precisó Vásquez.

Sin embargo, la oportunidad de un encuentro pareciera remota, pues Morales tiene programado viajar el martes a Ecuador para expresar su solidaridad a los damnificados del terremoto de la semana pasada que dejó más de 600 muertos.

"No nos iremos de La Paz sin el bono", señaló a prensa David Cayo, dirigente nacional del colectivo de personas con discapacidad.

Para prevenir cualquier incidente, las autoridades policiales cerraron el acceso a la Plaza de Armas donde está el Palacio presidencial. "No buscamos convulsionar o atentar contra el gobierno", aclaró Vásquez.

Según datos de la Defensoría del Pueblo, en Bolivia hay alrededor de 388.000 personas con alguna discapacidad permanente, pero no todas acceden a los subsidios.

La caminata de los discapacitados se inició hace 35 días en la ciudad de Cochabamba, 400 km al este de La Paz, y a medida que avanzaba fue sumando adherentes.

La caravana transitó por una carretera asfaltada mostrando impactantes imágenes de sillas de ruedas atadas a algún vehículo para ser remolcadas en las subidas, así como de personas desplazándose con muletas y bastones. La travesía por la región altiplánica fue la más dura por el crudo frío.

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