Motín en cárcel venezolana culmina con liberación de rehenes y un custodio muerto

Un motín en una cárcel venezolana culminó a los cuatro días con la liberación de 14 rehenes y la muerte de un custodio, informó este martes la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela.

"Ya la situación se resolvió. Hemos liberado a los rehenes. Hemos estado en contacto con las familias de los funcionarios involucrados. Lamentamos que uno de los custodios perdiera la vida producto de esta situación de violencia", dijo la ministra a la televisora gubernamental VTV.

Desde el viernes, presos del Centro Penitenciario David Viloria, ubicado en la localidad de Uribana, estado de Lara (noroeste), secuestraron a 14 personas, siete mujeres y 11 hombres, todos empleados del Ministerio de Servicios Penitenciarios.

Varela indicó que se valieron de "todos los mecanismos de los que se dispone para resolver este tipo de situaciones", sin ofrecer detalles de la operación.

En el enfrentamiento murió el custodio Edgar Marín por el estallido de una granada.

La ministra dijo que los reclusos contaban con "pocas armas" pero que tenían en su poder algunas con "gran capacidad de causar daño", como granadas, explosivos tipo C4 y escopetas de uso reglamentarios de los custodios.

El lunes circuló por redes sociales un video en el que las funcionarias del ministerio secuestradas pedían la mediación de Varela.

Allí, la vocera de las rehenes suplica por su vida y enumera las quejas de los reclusos: "Ellos no quieren más comida del penal, quieren que la comida la traigan sus familiares, no quieren más humillaciones y torturas...".

A finales de enero, la ministra Varela adimitó que los presos en Venezuela reciben armamento gracias a "mafias compuestas por funcionarios".

Aquella declaración de la funcionaria se produjo a raíz de la controversia que generaron unos videos en los que un grupo de reclusos de la cárcel de la isla de Margarita disparaban proyectiles al aire con fusiles y pistolas automáticas, en honor a Teófilo Rodríguez, alias 'Conejo', considerado durante años el "pran" (jefe) de ese penal y que fue asesinado.

En enero de 2013, se produjo un motín en la cárcel de Uribana, que terminó con la muerte de 65 personas, entre ellas 63 presos, un pastor evangélico y un miembro de la Guardia Nacional.