Fuentes del aparato de seguridad turco han explicado que los aviones de combate y helicópteros han disparado sobre un área boscosa y montañosa de la provincia de Tunceli después de que drones militares localizaran este viernes a un grupo de unos 20 guerrilleros del PKK.
El viernes murieron cuatro militares turcos y dos más resultaron heridos por una bomba detonada al paso de un vehículo militar en la provincia de Mardin, también en el sureste del país.
Por otra parte, ocho milicianos kurdos más murieron en Silvan, seis en Nusaibin, tres más en Sirnak y otros tres en Yuksekova también el viernes, según el comunicado militar de este sábado.
Miles de integrantes del PKK y más de 350 miembros de las fuerzas de seguridad han muerto en enfrentamientos o como consecuencia de ataques desde el comienzo de la operación de seguridad en las regiones de mayoría kurda, a mediados de diciembre. Además, las autoridades han impuesto el toque de queda en las zonas más afectadas por los combates, incluidos núcleos urbanos enteros.
En julio se rompió el alto el fuego pactado por el PKK y Turquía en el marco de unas negociaciones de paz que pretendían cerrar un conflicto que se ha cobrado más de 40.000 vidas desde que estalló, en 1984. El alto el fuego estuvo en vigor dos años.
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