EL 43% DE LOS NIÑOS MÁS POBRES ABANDONA PREMATURAMENTE SUS ESTUDIOS, MÁS DE 20 PUNTOS POR ENCIMA DE LA MEDIA NACIONAL

- Según un informe de Save the Children. En España, el 43% de los niños del 20% de la población más pobre abandona prematuramente sus estudios, cuando la media nacional en 2016 se sitúa en torno al 20%.
Así lo pone de manifiesto el informe ‘Necesita Mejorar. Por un sistema educativo que no deje a nadie atrás’ de Save the Children presentado este jueves en Madrid, donde se denuncia que el origen socioeconómico es cada vez más determinante en el éxito escolar.
Según este trabajo, lejos de corregir, el sistema educativo acrecienta las desigualdades achacables al origen socioeconómico entre niños ricos y pobres, y la brecha no ha cesado de aumentar durante la crisis.
De hecho, el impacto que el nivel socioeconómico de las familias tiene sobre los resultados académicos de los niños aumentó un 24% entre 2003 y 2012 en España, según datos de la OCDE.
El director general de Save the Children, Andrés Conde, reflexionó sobre la importancia de la escuela para evitar o contribuir a que la pobreza se herede de generación en generación.
En su opinión, “la educación es clave para reducir las desigualdades sociales y romper el ciclo de la pobreza entre padres e hijos”, pero para cumplir esta función no basta con que sea accesible para todos los niños, “también debe ser equitativa”.
“Es decir, el sistema educativo ha de tratar a cada alumno en función de sus necesidades, sociales, económicas o físicas, a fin de que todos tengan las mismas oportunidades y posibilidades de éxito”, afirmó.
MÁS INVERSIÓN
Conde señaló que aunque la inequidad en el sistema educativo español no es algo nuevo, en los últimos años dos factores han tenido un gran impacto sobre las tasas de fracaso escolar en los alumnos de rentas más bajas: los recortes y el impacto de la Lomce.
Las políticas de austeridad presupuestaria han afectado mucho más que en otros países al sistema educativo, apuntó, y han perjudicado de forma particular a las familias en peor situación socioeconómica con los recortes en becas, la desaparición de programas de refuerzo, etc.
Así, por ejemplo, España invierte menos que la media europea en Educación (un 3,7% frente a un 4,6%) y, al mismo tiempo, el gasto de las familias en este terreno ha aumentado en un 28,8% entre 2008 y 2015.
A todo esto hay que añadir el impacto de la nueva ley educativa, que puede conducir a los alumnos con más dificultades a terminar en una rama de menor valor formativo durante la etapa obligatoria (itinerarios en 4º de Eso y mayor optatividad en 3º).
Además, la rigidez del currículum y de las evaluaciones externas que introduce la ley perjudicará a los alumnos con mayores problemas de aprendizaje. Por todo ello, el informe de Save the Children reclama elevar la inversión educativa de España hasta alcanzar la media de la OCDE; incrementar la dotación del sistema nacional de becas, y aumentar las ayudas para la compra de libros de texto y material escolar, así como garantizar el acceso a actividades extraescolares de calidad y a la Educación Infantil de 0 a 3 años a las clases menos favorecidas.
Explica cómo la Educación Infantil ayuda a neutralizar las diferencias sociales, pero advierte de que “faltan plazas públicas y a veces se deja fuera a quien más lo necesita”. En 2015, solo el 31% de los niños más pobres estaba matriculado en Educación Infantil, mientras que el porcentaje de los niños de renta más alta matriculados en esa etapa era del 56%.
Asimismo, la investigación exige “un profesorado suficiente y de calidad para trabajar en entornos vulnerables” y recuerda que entre 2010 y 2014 el alumnado en centros públicos aumentó un 7%, mientras que los docentes se redujeron un 2,91%.
Por último, Conde pidió el fin de la segregación escolar, para que el alumnado procedente de entornos desfavorecidos no se concentre en determinadas escuelas; una atención adecuada a la diversidad y medidas para el alumnado con problemas desde las primeras fases de la infancia; una FP de Grado Medio y Superior prestigiada y con suficiente oferta pública, y asegurar segundas oportunidades de calidad a aquellos adultos que desean retomar los estudios, y no la vía muerta que existe actualmente.

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