PTRIMERO MAYO. PERSONAS CON DISCAPACIDAD A LA BÚSQUEDA DE TRABAJO

Acceder al mercado laboral no es tarea fácil y las personas con discapacidad tienen que afrontar y superar barreras añadidas. En el Día Internacional del Trabajo algunas relatan a Servimedia su experiencia, auténticos ejemplos de superación.
María Alcaraz es usuaria de silla de ruedas por una distrofia muscular, estudió Derecho y trabaja desde hace 9 años en IBM como asistente personal de ejecutivos de alta dirección. En declaraciones a Servimedia aseguró que no ha tenido problemas a la hora de buscar trabajo, aunque indicó que siempre ha buscado "empresas arquitectónicamente accesibles”.
“En mi caso, al moverme en silla de ruedas, lo más complicado es el transporte para poder llegar al centro de trabajo. Las estaciones de Metro cercanas a la actual sede en la que trabajo no están adaptadas. Por lo tanto, tengo que coger varios autobuses y empleo mucho tiempo para poca distancia”.
A pesar de ello, Alcaraz dice estar muy contenta en la empresa y destaca que “te ofrece la flexibilidad y la posibilidad de conciliar tu situación personal y si un día tengo molestias físicas puedo trabajar desde casa”. Y añadió que “si alguna vez me planteo buscar otro trabajo, antepondría criterios de flexibilidad, como los que tengo ahora, por encima de sueldo o diferente función laboral”.
Para Belén Gutiérrez, maestra de Pedagogía Terapéutica con discapacidad auditiva, el trabajar lo es todo. “Para mí el trabajo es fundamental, me permite además de ser independiente tener una rutina; sentirme realizada como persona e incluso ser un ejemplo de superación tanto para otras personas que se encuentren en mi misma situación como para la sociedad en general”.
“Al principio de mis búsquedas laborales”, señaló Gutiérrez, “supuse que tendría dificultades para encontrar trabajo en la empresa privada. Posteriormente mi versión, cambió positiva y esperanzadamente. Por un lado, lo fui consiguiendo durante unos años sin ser necesario poseer una discapacidad y la empresa supo valorarme como persona. Por otro lado, me di cuenta que la empresa privada si no recibía beneficios a cambio de contratarme, no les interesaba”.
En el caso de Óscar Romo, un jóven de 24 años con discapacidad intelectual, él afirma “no haberse sentido discriminado” a la hora de buscar trabajo. Actualmente, trabaja como auxiliar administrativo en el departamento de Recursos Humanos de Down Madrid. No obstante, Óscar cuenta con una experiencia laboral previa en otros puestos de trabajo, circunstancia que le ha servido para “crecer como persona y para saber gestionar más situaciones difíciles”.
Enrique Pérez Montero es una persona ciega que en la actualidad es científico titular del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía y manifiesta “no haberse sentido discriminado laboralmente”.
Pérez Montero fue diagnosticado de retinosis pigmentaria cuando comenzó el doctorado tras finalizar la carrera y “como la enfermedad fue reduciendo el campo visual paulatinamente, poco a poco me fui acostumbrando”.
Actualmente, este astrofísico pertenece a un grupo de investigación que se denomina ‘Estallidos de formación estelar’, donde “investigamos procesos de formación estelar masiva en galaxias”. “La gente piensa que observar un telescopio es ir al mismo y observarlo ocularmente, pero esto no es así, desde hace años se hace a través del ordenador. Uno pone su propuesta de observación, te lo observan y te lo mandan a tu ordenador para que lo analices. Yo no tengo que estar fisicamente en el telescopio”.
“También trabajo con modelos teóricos", añade, analizando datos. Normalmente los astrónomos trabajamos así, aunque hay gente que prefiere ir al telescopio y realizar las observaciones, pero no ves el cielo en ningún momento porque estás metido en una sala de terminales”.

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