La ofrenda se desarrolló una vez finalizada la misa oficial en la Casa Hermandad, situada en la Plaza Virgen de las Penas, junto a calle Pozos Dulces.
La canastilla de flores para la ofrenda a la Virgen, ha estado compuesta por lilium oriental blanco, rosas blancas, alhelíes blancos, helechos de cuero y palmas de Phoenix roebelenii.
Las flores, plantas y otros materiales empleados para que la Virgen de las Penas luzca su manto de flores han sido, además, ocho metros cuadrados de panel de polietileno reticulado; dos metros cúbicos de ciprés; 4.500 claveles rosas para el manto y las ánforas; 100 rosas de color rosas; 30 calas holandesas blancas; 400 tallos de margaritas euriops amarillas y 15 paquetes de helecho de cuero.
A todo ello se le han añadido 60 tallos de vendelas; 30 tallos de tulipán blanco; cinco paquetes de eringium; 50 minigerveras rosa botón negro; 30 Iris blancas; 5.400 tallos de claveles sangre de toro; 240 tallos de clavel blanco y cuatro paquetes de espigas amarillas.
PROCESO
El proceso de confección del manto, por parte de los trabajadores municipales, se inicia con la preparación de las plantillas de los dibujos que lucirá el manto, seguido de la recolección del verde y la confección de las guirnaldas.
Posteriormente se coloca el verde en el manto, que se recorta y se riega. Después se colocan las plantillas del diseño y se cosen las guirnaldas, finalizando con la confección y la colocación de las flores en el manto.
Desde los años 40, la Virgen de las Penas, por un acuerdo de los hermanos de la Cofradía, luce este peculiar manto de flores que durante la procesión del Martes Santo es motivo de curiosidad tanto para devotos como para visitantes de la Semana Santa malagueña.
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