La investigadora Inés Garbayo, perteneciente al grupo Biotecnología de las algas (Bitel) de la Universidad de Huelva, ha explicado en declaraciones a Europa Press que tras una expedición organizada por el Museo de Ciencias Naturales de Madrid a cargo del profesor Jacek Wizerchos, se descubrió en una roca de yeso un organismo vivo que fue aislado en España y del que se descubrió que era una microalga.
Este extremófilo que vive en condiciones extremas en el ambiente más seco de la tierra --se calcula que puede tener acceso a una gota de agua cada 400 años-- con temperaturas superiores 50 grados, está siendo investigado por la Universidad de Huelva conjuntamente con el Museo de Ciencias Naturales por la propiedades que puede tener para filtrar la luz ultravioleta y sobrevivir a las intensas radiaciones del lugar.
Esta investigación ha permitido aislar este microalga endolítico --que vive dentro de la roca-- y cultivarlo en ambientes más húmedos para poder estudiar sus propiedades.
Las investigaciones desarrolladas en este aspecto han logrado confirmar que esta microalga se protege de la radiación ultravioleta mediante la producción de un lípido (Possen Escitoenemina) y un derivado de aminoácido (Micosporina). Estos estudios podrían derivar en mejoras para la producción de cremas solares más eficientes.
PRODUCCIÓN DE PIGMENTOS CON HALOARQUEAS
Otro de los proyectos en los que está inmerso la Universidad de Huelva y el grupo de Biotecnología de las algas (Bital), se desarrolla junto a la profesora Rosa María Martínez Espinosa de la Universidad de Alicante es el del estudio de las denominadas haloarqueas y su capacidad para producir pigmentos.
Según ha explicado la profesora Galdayo, las haloarqueas con unas bacterias primitivas que crecen en medios con mucha sal y que producen carotenoides (pigmentos) bajo condiciones de estrés como una alta intensidad de la luz, o la reducción de la sal en su medio.
El trabajo que está desarrollando la Universidad de Huelva en este sentido es el de identificar estos carotenoides, ver en qué condiciones se producen y determinar los factores que permiten aumentar su producción de forma natural.
Según ha explicado Galdayo, esta investigación puede tener "mucho interés a nivel industrial" ya que los pigmentos que producen estas bacterias son por lo general "muy caros y difíciles de obtener" por lo que encontrar una fórmula para aumentar su producción de forma natural podría reducir los costes de empresas dedicadas a la obtención de estos pigmentos.
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