EUROPA PRESS
"Las condiciones de Benedicto XVI no despiertan ninguna preocupación particular. Naturalmente se sienten los efectos de la vejez en una gradual y creciente fragilidad física, como sucede en toda persona anciana a medida que pasan los años", ha explicado Lombardi. "Su mente está perfectamente lúcida", ha asegurado.
El Papa emérito dejó el pontificado en febrero de 2013 y desde el 2 de mayo vive en el monasterio dentro del Vaticano Mater Ecclesiae junto con su secretario privado Georg Ganswein, cuatro laicas consagradas de la comunidad Memores Domini (que le ayudan con las labores domésticas) y un diácono belga. Además, hay disponible una habitación para que se aloje su hermano, Georg Ratzinger, cuando éste le visite.
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