Denver, Colorado (EEUU) 10 jun.- Una activista hispana de Colorado será deportada a México tras haber asistido al funeral de su madre y luego tratar de reingresar a Estados Unidos sin documentos legales, según la organización comunitaria Derechos para Todos.
La información, distribuida este fin de semana, indica que Jeanette Vizguerra Ramírez, exdirigente de Derechos para Todos, permanece detenida en El Paso, Texas, a la espera de ser deportada.
Vizguerra Ramírez alcanzó notoriedad en 2011, cuando centenares de dirigentes religiosos y pro-inmigrantes marcharon por las calles de Denver pidiendo la intervención de las autoridades federales para evitar su deportación, debido a su buena conducta y al hecho de tener tres hijos pequeños estadounidenses.
En 2012, un juez de inmigración se negó a cerrar el caso de Vizguerra Ramírez, es decir, mantuvo la deportación, pero la mexicana presentó una apelación.
En septiembre de 2012, sin esperar la resolución de su caso, Vizguerra Ramírez viajó a México para asistir al funeral de su madre. Según Derechos para Todos, Vizguerra Ramírez intentó quedarse en México e incluso buscó trabajo allí, pero, aparentemente por su edad, no tuvo éxito.
Por ese motivo, decidió regresar a Estados Unidos para reunirse con sus hijos en Colorado. Al intentar el reingreso, fue detenida por la Patrulla Fronteriza.
Derechos para Todos y el Comité de Servicios de Amigos Americanos iniciaron una campaña a favor de Vizguerra Ramírez, instando a que los ciudadanos interesados se comuniquen con las autoridades federales de inmigración para pedirles que se aplique la llamada "discreción de la fiscalía" al caso de Vizguerra Ramírez sobre la base de su conducta anterior.
"Jeanette ha trabajado con esmero por su comunidad en Colorado y ha inspirado a muchos con su valentía y pasión", dice el comunicado de Derechos para Todos.
Vizguerra Ramírez llegó a Colorado con su esposo, Salvador, hace 15 años. En el 2000, el marido fue diagnosticado con cáncer. La enfermedad retornó hace cuatro años, por lo que Salvador, aunque ya recuperado, no puede trabajar.
En 2009, un policía local la detuvo por una infracción de tránsito y, al descubrirse que Vizguerra Ramírez carecía de los documentos de inmigración adecuados, la arrestó, poniendo en marcha el procedimiento que llevó a su orden de deportación y a la subsecuente apelación.
En el momento de aquel incidente, Vizguerra Ramírez ya había iniciado los trámites para regularizar su situación, pero esas gestiones quedaron sin efecto.
En la actualidad, según Derechos para Todos, la única opción para Vizguerra Ramírez es que las autoridades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) revisen su caso y le permitan quedarse en el país "por razones humanitarias" para cuidar a sus hijos y a su esposo.
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