Acusado de distribuir pornografía infantil cree "normal" tener ese material

Ciudad Real.- La Audiencia de Ciudad Real ha dejado visto para sentencia el proceso judicial contra A.C.C., acusado de un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil, ha afirmado hoy que consideraba "normal" tener ese material, aunque ha negado que lo distribuyera.

El procesado, para el que el fiscal ha pedido seis años de prisión, ha reconocido que guardaba material pornográfico "en los que aparecían menores de edad", tal y como señala el escrito del fiscal, consistente en vídeos y fotografías de contenido sexual explícito.

No obstante, ha negado que distribuyera el material pornográfico y ha subrayado que tampoco tuvo que ver con su elaboración y producción.

A.C.C. ha asegurado que hacer acopio de imágenes y videos de contenido sexual protagonizado por menores "era normal", y ha indicado que no es capaz de "controlar sus instintos sexuales".

En este sentido, la defensa del acusado ha explicado que A.C.C. padece un trastorno mixto de personalidad y otro de parafilia sexual, lo que justifica que no viera delito en sus actos y por lo que ha solicitado una pena de entre 3 meses y un año de cárcel.

Para su representante legal, quien ha señalado que el imputado está actualmente en tratamiento médico, no debe castigarse de la misma manera a quien elabora y distribuye material pornográfico con menores de edad, como a quien lo guarda porque "no es una persona normal".

Por su parte, el Ministerio Fiscal ha mantenido su petición de condena, que se eleva a 6 años de cárcel, ya que considera probado que el acusado intercambiaba el material pornográfico con otros usuarios.

En este sentido, la declaración de los policías que realizaron el registro domiciliario, el 10 de mayo de 2007, ha confirmado que encontraron tres discos duros de gran capacidad con material "con abusos brutales y de gran dureza".

Asimismo, los policías han indicado que es seguro que A.C.C. compartía y distribuía los archivos con otros usuarios, ya que tenía todo por carpetas, y ordenado según el material que había sido enviado.

La investigación, tal y como señala el escrito del fiscal, comenzó tras identificar en el 2005 la dirección IP del acusado y comprobar que había existido tráfico de material pornográfico protagonizado por menores de edad.