Agencia de EE.UU. insiste que vuelo TWA 800 no fue interceptado por misiles

  • El Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por su sigla en inglés) insistió hoy que no existen evidencias de ataque con misiles al vuelo TWA 800 que se estrelló en 1996 con 230 personas a bordo cerca de Nueva York.

Washington, 2 jul.- El Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por su sigla en inglés) insistió hoy que no existen evidencias de ataque con misiles al vuelo TWA 800 que se estrelló en 1996 con 230 personas a bordo cerca de Nueva York.

Los investigadores de la agencia federal reiteraron que la hipótesis más probable de la catástrofe fue la explosión del depósito de combustible a causa de un fallo en el sistema eléctrico, tal y como determinó la investigación de entonces.

"Para ser sincero, estoy molesto por volver a rescatar la cuestión para la gente que perdió amigos y familiares en el accidente. No es algo positivo", afirmó Joseph Kolly, director de la Oficina de Investigación del NTSB en una rueda de prensa en Ashburn (Virginia), cuando se cumplen 17 años de la tragedia.

Kolly afirmó que no hay registro de ningún tipo de elemento "interceptando" el avión antes del estallido final, en referencia a las teorías conspirativas que han vuelto a resurgir sobre el accidente.

Asimismo, indicó que después de una exhaustivo examen de los restos del avión, un Boeing 747, "se acabó descartando una bomba o un ataque con misiles".

Un documental de reciente estreno vuelve a plantear las dudas sobre las causas finales del accidente, y cuenta con las opiniones de varios antiguos pilotos que reiteran no estar convencidos de la explicación dada por la agencia federal.

El avión, con destino París, se estrelló el 17 de julio de 1996 apenas doce minutos después de despegar de Nueva York sobre las costas de Long Island.

Kolly reconoció que parte de las dudas provienen de las tensiones entre dos investigaciones paralelas sobre el accidente: la del NTSB y la del FBI.

El funcionario aseguró que los agentes del FBI se dedicaron a realizar preguntas presumiendo algún tipo de actividad criminal, lo que dañó la colaboración entre ambas agencias.

"Hubo fricciones, lo reconocemos. Pero al final no dañó el resultado de la investigación", dijo Kolly, quien recordó las más de 400 páginas del informe final que apoyaba sus conclusiones.

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