Al Maliki abre la puerta a una solución política junto a la lucha militar

  • El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, abrió hoy la puerta a una solución política acompañada de la lucha militar contra la insurgencia suní para poner fin al conflicto que vive actualmente Irak.

Bagdad, 26 jun.- El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, abrió hoy la puerta a una solución política acompañada de la lucha militar contra la insurgencia suní para poner fin al conflicto que vive actualmente Irak.

"Hay que apostar por el trabajo civil y las operaciones militares contra los terroristas; y por el seguimiento del proceso político con la celebración de una reunión del Parlamento para elegir a su presidente y formar gobierno", sostuvo Al Maliki en un comunicado.

No obstante, el primer ministro sigue negándose a formar un gobierno de unidad nacional, como han pedido distintas voces locales e internacionales.

Entre ellas está la del ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, quien hoy se reunió con Al Maliki en Bagdad, dos días después de que lo hiciera el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.

El representante británico destacó la importancia de un "Irak unido" para detener a los grupos terroristas y para recibir el respaldo de la comunidad internacional.

Al Maliki dio su beneplácito a la decisión de la Presidencia iraquí de convocar la primera reunión del Parlamento el próximo martes, en la que se prevé la elección de su presidente y en la que podría también nombrarse al sustituto del jefe de Estado, Yalal Talabani.

Si todo va como está previsto, el nuevo presidente debería llamar a la coalición que logró mayor porcentaje de votos en los comicios legislativos del pasado abril, el Estado de Derecho -encabezada por Al Maliki-, para que presente a un candidato a jefe del Gobierno.

Por otro lado, Hague también destacó la necesidad de más "esfuerzos y mecanismos internacionales" para frenar a los yihadistas, cortar sus fuentes de financiación y evitar que ciudadanos de otros países viajen para combatir de su lado.

Tanto Hague como Al Maliki estuvieron de acuerdo en relacionar la situación en Irak con el conflicto armado sirio y en pedir a los países de la región mayor responsabilidad para luchar contra el terrorismo.

Mientras tanto, las fuerzas gubernamentales intensificaron los combates en la ciudad de Tikrit, en la provincia de Saladino, al norte de Bagdad, contra la insurgencia suní, liderada por el extremista Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).

El Ejército iraquí, con ayuda de helicópteros militares, recuperó el control de la universidad de Tikrit después de fuertes enfrentamientos con los rebeldes, que mantienen el control de otras zonas como la segunda ciudad del país, Mosul, en el norte.

Una mujer murió y cuatro civiles resultaron heridos, entre ellos dos profesoras del centro universitario, como consecuencia de los bombardeos del Ejército, según informó a Efe una fuente militar.

Dentro de la guerra propagandística que están llevando a cabo ambas partes del conflicto, el Ejército dijo tener completamente controlada la principal refinería del país, en la localidad de Biyi, mientras que los civiles del lugar lo negaron y aseguraron que una gran parte está en manos rebeldes.

Por otra parte, el presidente de la región autónoma del Kurdistán, Masud Barzani, prometió enviar refuerzos a la ciudad de Kirkuk (noreste) y aseguró que las tropas kurdas (peshmerga) están listas para defender sus calles.

Barzani dio un discurso en su primera visita a la disputada ciudad petrolera de Kirkuk desde que esta cayera en manos kurdas tras la retirada del Ejército iraquí durante la ofensiva insurgente.

En la capital, que el EIIL pretende conquistar, murieron hoy al menos siete personas y otras 37 resultaron heridas en un atentado suicida en un barrio chií en el norte de Bagdad.

Un terrorista hizo estallar un cinturón de explosivos que llevaba adherido al cuerpo en el barrio de Bab al Daruaza, en el distrito de Al Kazimiya.

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