Una asamblea de ciudadanos irlandeses vota a favor de que el Gobierno reconsidere la estricta ley del aborto

  • El 87 por ciento de los miembros de la asamblea de ciudadanos convocada por el Parlamento de Irlanda ha votado a favor de solicitar que el Gobierno reforme la enmienda constitucional que recoge el derecho a la vida y prohíbe casi en su totalidad el aborto.
EUROPA PRESS
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La prohibición de esta práctica, que se encuentra consagrada en la Constitución de Irlanda desde 1983, otorga a la madre y al feto el mismo derecho a la vida, lo que imposibilita recurrir al aborto incluso en casos de violación, malformación o riesgo para la salud de la madre.

La Asamblea de Ciudadanos, un grupo de 99 personas elegidas al azar y presidido por la jueza Mary Laffoy, se ha reunido este sábado para discutir el asunto antes de tomar una decisión, según ha informado el diario 'The Guardian'.

Aunque carecen de autoridad para cambiar la ley, el mandato del Parlamento demuestra una disposición a discutir de nuevo la prohibición, una de las más estrictas del mundo occidental.

Entre las cuestiones a debatir, el comité ciudadano ha contemplado la posibilidad de recomendar la reforma de la octava enmienda de la Constitución irlandesa, una medida que ha sido aprobada por la gran mayoría del grupo.

El comité realizará una serie de votaciones adicionales a lo largo del fin de semana sobre los cambios específicos a recomendar al Ejecutivo en relación con la ley de Protección de la Vida durante el Embarazo, que sólo contempla el aborto en caso de que la vida de la madre corra peligro.

Según datos del Servicio de Salud de Irlanda, en 2014 se llevaron a cabo en el país 26 terminaciones del embarazo debido a que las madres se encontraban en peligro. En 2015, al menos tres casos estuvieron relacionados con depresiones o intentos de suicidio.

En 2013, Amanda Mellet se convirtió en la primera mujer irlandesa en solicitar a Naciones Unidas que denunciara la prohibición del aborto en caso de malformaciones por suponer una actuación "cruel e inhumana".

En junio de 2016, un comité de Naciones Unidas solicitó al Gobierno irlandés que revisara las leyes de regulación del aborto para introducir excepciones en caso de violación, incesto, riesgos graves de salud de la madre o malformaciones mortales del feto.

Además, la ONU criticó la severa ley irlandesa y señaló que el Estado había vulnerado los Derechos Humanos de Mellet, que tuvo que desplazarse a Reino Unido para poder abortar.

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