La Policía desarticula una organización criminal dedicada al hurto amoroso

Atacaban víctimas de avanzada edad, no dudando en emplear incluso la violencia para arrebatarles las joyas mediante abrazos, para posteriormente blanquear el dinero obtenido en su país de origen, Rumanía. Es una banda criminal que ya está fuera de juego después de que la Policía Nacional detuviera a un total de 42 personas, entre ellos tres menores, que operaban por toda España. Sus miembros, a los que unía lazos familiares, habían obtenido grandes beneficios con su actividad ilícita causando un perjuicio económico de más de un millón de euros.

La investigación se inició en noviembre de 2018, en Málaga, cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento de la existencia de una organización criminal, de carácter itinerante, que estaba especializada en la comisión de hurtos y robos violentos mediante el método del 'hurto amoroso'.

Los agentes constataron la existencia de una organización muy hermética. Las primeras pesquisas evidenciaron que sus integrantes llevaban mucho tiempo operando, puesto que a ninguno de ellos se le conoce actividad laboral alguna, al tiempo que su nivel adquisitivo y de vida era muy elevado.

Otro aspecto que caracterizaba a la organización desmantelada era su marcado carácter itinerante, en continuo movimiento por todo el territorio nacional. Los investigados se alojaban durante cuatro o cinco días en una casa tipo rural, normalmente en zonas de interior, y se desplazaban cada día en un radio de 100 kilómetros hacia zonas costeras próximas para cometer los hurtos. Inmediatamente después regresaban a la vivienda con el botín, cambiando de zona y de casa de forma constante. 

Disponían de una buena logística entre la que se incluía una flota de coches a su servicio a nombre de terceras personas, que ejercían como testaferros, a fin de eludir una posible investigación policial y judicial.