Asunción eleva una estatua en homenaje al naturalista español Félix de Azara

  • El naturalista y cartógrafo español Félix de Azara (1742-1821) tiene desde hoy una representación escultórica en el Jardín Botánico de Asunción, la ciudad a la que llegó hace 230 años y que este año fue reconocida como capital verde de Iberoamérica.

Asunción, 18 nov.- El naturalista y cartógrafo español Félix de Azara (1742-1821) tiene desde hoy una representación escultórica en el Jardín Botánico de Asunción, la ciudad a la que llegó hace 230 años y que este año fue reconocida como capital verde de Iberoamérica.

La escultura, del paraguayo Juan Pablo Pistilli, es un conglomerado de hierro forzado y elementos de la naturaleza paraguaya que está financiada por la embajada de España en Paraguay, que a primeros de octubre organizó un seminario sobre la figura de De Azara.

El embajador de España en Paraguay, Diego Bermejo Romero de Terreros, dijo a Efe que no puede entenderse a Paraguay sin De Azara y sin su trabajo como naturalista en el país suramericano, donde llegó para trazar las fronteras entre las posesiones coloniales de Portugal y España.

"Me gusta mejor llamarlo monumento escultórico porque es una alegoría de De Azara, que llegó hace 200 años y en cuyos trabajos se basó Darwin y Von Humboldt", dijo Bermejo.

En la inauguración del monumento, su autor dijo a Efe que intentó reflejar el espíritu de De Azara, que tiene dedicada una calle en Asunción.

"Es importante que la obra esté aquí, en uno de los pulmones de la capital", declaró Pistilli, el ganador de la licitación emprendida por la embajada de España.

La inauguración de la escultura coincide con el 100 aniversario del Jardín Botánico y se produce semanas después de los actos en conmemoración a la estancia de De Azara en Paraguay.

Entre el 20 y el 29 de octubre reputados historiadores recordaron en Asunción su persona, en un evento en el que el Archivo Nacional expuso las primeras ediciones de sus obras y algunos mapas de Paraguay diseñados por él.

Félix de Azara llegó a Paraguay como integrante de la comisión que delimitó las nuevas fronteras hispano-lusitanas en sus colonias americanas tras la firma del Tratado de San Ildefonso (1777).

La demora en esa misión, debido a la escasa iniciativa de Portugal por definirlas, fue la razón de que permaneciera 20 años en Paraguay, donde se dedicó a viajar y a estudiar sus especies y plantas.

En septiembre, Asunción fue declarada capital verde de Iberoamérica durante la XVI Asamblea Plenaria de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas.

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