Aznar dice que en política medioambiental él pasó a los hechos y el gobierno actual a la "palabrería hueca"


El ex presidente del Gobierno José María Aznar reivindicó hoy la política medioambiental de sus años en La Moncloa asegurando que su Ejecutivo pasó "de la palabrería a los hechos", en tanto que el de José Luis Rodríguez Zapatero "también en esto" ha pasado "de los hechos a la palabrería hueca".
En su intervención en la presentación del libro "Ecologismo sensato en España. Una política para conservar y mejorar el medio ambiente (1996-2004)" de Verónica Lipperheide, asesora medioambiental del Gobierno en aquellos años, Aznar se jactó de haber dado "gran importancia" a esta materia en su acción de gobierno.
En esa línea, manifestó que "la conservación del medio ambiente no puede ser bandera exclusiva de nadie", sino que "todos deberíamos ser ecologistas sensatos", que "el ecologismo sensato y la racionalidad del mercado no ideas excluyentes" y que "la ecología no puede ser intervencionismo público proteccionista".
Sentada esta profesión de fe, de la que rastreó sus primeras aplicaciones en la etapa en que fue presidente de la Junta de Castilla y León, Aznar pasó revista a cuatro de los que considera avances medioambientales de su Gobierno, relacionándolos con las ideas procedentes de la Fundación FAES, que edita el libro de Lipperheide y preside él mismo, y con la propia autora.
Así, recordó que, en 1996, "no había Ministerio de Medio Ambiente", y apuntilló que "hoy tampoco lo hay". "Pero lo hubo", recordó, y le atribuyó una política de carácter "mayor" y "horizontal", que se plasmó en la firma del Protocolo de Kyoto, la reducción de las emisiones de gases, la instalación de las "bases de la industria de energías renovables" y el Plan Hidrológico Nacional.
Del Protocolo de Kyoto dijo que fue el "único acuerdo global vinculante" y lamentó que haya quedado en "otro papel incumplido sin efecto práctico alguno". Con la energía limpia, "por entonces inexistente", relacionó la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares, que tampoco emiten gases de efecto invernadero, y enlazó la crítica de que ese sector se haya convertido en un "lastre de gran envergadura" para los presupuestos.
Finalmente, dijo que el Plan Hidrológico Nacional fue "una solución razonable y duradera" al problema de la mala distribución del agua, para el cual, recordó, se consiguió la financiación de la UE. Y por eso lamentó que el Gobierno socialista lo derogara.
A juicio de Aznar, ahora la política medioambiental está "escondida", ha perdido relevancia social, y por eso no tiene un ministerio propio (actualmente, incorpora el Medio Rural y Marino), porque "para qué, no hay política que merezca tal nombre".
El ex presidente tuvo una significativa mención a las "catástrofes medioambientales", teniendo en cuenta la importancia que tuvo el accidente del Prestige en su pérdida de popularidad. "Procuramos reaccionar a ellas con rapidez y eficacia", aseguró, lamentando que "se hizo un uso político injustificado" de las mismas. "Tuvimos aciertos y, como no, cometimos errores", reconoció, para concluir que, a su parecer, el balance fue positivo.

Mostrar comentarios