Beber mucho, comer ligero y mantener la casa fresca, claves para evitar “el golpe de calor” en los mayores


Las personas mayores son uno de los colectivos con más posibilidades de sufrir los llamados “golpes de calor” y de padecer deshidratación a causa de las altas temperaturas, según advierte la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) con motivo del alza del mercurio de las últimas horas.
“Cuando la temperatura de nuestro cuerpo rebasa los 41 grados se produce una hipertermia (golpe de calor)”, apunta la SEGG, situación en la que “el organismo ya no puede responder a las altas temperaturas y podría llegar a un fracaso orgánico irreversible”.
Para evitar esto, desde la SEGG recomiendan a los mayores beber muchos líquidos, realizar comidas ligeras para evitar una digestión pesada, mantener la casa fresca y ventilada y no realizar ejercicios ni deportes que aumenten el esfuerzo y la sudoración en momentos de calor.
Evitar la exposición al sol cuando las temperaturas son elevadas, sobre todo durante las horas de mayor intensidad, y no permanecer en vehículos estacionados o cerrados son otros consejos que ofrece la sociedad.
Entre otros puntos, la SEGG explica que las personas mayores tienen más riesgo de deshidratarse al ser menos sensibles a la sed y recuerda que esta situación además es más factible cuando hay una alta humedad relativa.
Los síntomas de la hipertermia son dolor de cabeza, sensación de boca seca y pastosa, náuseas, vómitos, mareos, escalofríos, desorientación, piel seca y enrojecida, pérdida de conciencia o confusión y no sudoración ante las temperaturas altas, explica.
Finalmente, la SGGE aconseja a los mayores consultar con su médico si va a salir a pasar unas vacaciones, por si la medicación pudiera influir.

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