Cárcel china permite la primera visita en 10 meses a defensor de reformas Gao

  • La familia del abogado reformista chino Gao Zhisheng, en prisión desde hace dos años, ha podido visitarle por primera vez en diez meses, en la primera constatación desde entonces de que sigue vivo, afirmó hoy la organización Human Rights in China.

Pekín, 23 ene.- La familia del abogado reformista chino Gao Zhisheng, en prisión desde hace dos años, ha podido visitarle por primera vez en diez meses, en la primera constatación desde entonces de que sigue vivo, afirmó hoy la organización Human Rights in China.

La visita se produjo el pasado día 12, cuando el hermano y el suegro de Gao recibieron permiso para entrar en la prisión de Shaya, en la región autónoma de Xinjiang (noroeste), donde se encuentra el condenado, según dijo a la organización la esposa del reo, Geng He.

Se trata de la primera visita familiar que Gao recibe desde el 24 de marzo del pasado año, y la primera confirmación desde entonces de que el letrado continúa con vida, apunta HRC.

El hermano menor de Gao y el padre de Geng pudieron hablar con él por teléfono y verle a través de una ventana blindada, siempre bajo vigilancia.

Previamente, los familiares habían recibido instrucciones de que durante la visita no podrían abordar el caso del abogado, cómo se encuentra en prisión o la situación de su esposa, quien se encuentra en Estados Unidos junto a los dos hijos del matrimonio.

Según Geng He, "la mente de Gao parecía clara. Hablaba con normalidad".

Al preguntar a las autoridades cuándo podrían visitarle de nuevo, los familiares recibieron la respuesta de que "siguieran las viejas rutinas", por lo que temen que vuelva a transcurrir un largo tiempo.

Pese a que la frecuencia de las visitas no está reguladas por la ley china, la práctica normal es que los presos puedan recibir a sus familias una vez al mes, señala "Human Rights in China".

El caso de Gang He, abogado defensor de las reformas constitucionales, ha acaparado la atención internacional en los últimos años, después de que fuese acusado a una pena suspendida de cinco años de cárcel (en la práctica libertad vigilada) por "incitar a la subversión contra el poder" en diciembre de 2006.

Sin embargo, en 2007, mientras cumplía la pena suspendida, Gao -quien representó a miembros de la organización Falun Gong, ilegal y muy perseguida en China- fue secuestrado y detenido durante más de cincuenta días, durante los cuales fue "brutalmente torturado", remarca la organización.

En febrero de 2009 fue sacado a la fuerza de su casa en la provincia de Shaanxi (centro) y, un año después, apareció en un canal estatal chino renunciando a sus actividades procesales en un vídeo que, según "Human Rights", estaba "claramente trucado".

Desde entonces, la familia no supo nada más de Gao. En diciembre de 2011, apenas seis días antes de que expirara la sentencia de cinco años de cadena suspendida, las autoridades chinas la revocaron y le enviaron a la prisión de Xinjiang, donde permanece hasta ahora.

Organizaciones de derechos humanos, activistas y colegas de Gao denuncian las irregularidades de su caso, del que ni siquiera se conocen los cargos en su contra o la fecha en la que, supuestamente, debería ser puesto en libertad.

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