Carmen Linares: "En flamenco hay que mojarse y hacer calidad sin venderte"

Santander, 1 ago.- La cantaora Carmen Linares, con 40 años de carrera en el flamenco, defiende que los artistas tienen que "mojarse" y "evolucionar con los tiempos" en este mundo, pero siempre con "un gran respeto", sin "venderse" y haciendo "cosas de calidad".

Carmen Linares recibe hoy en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander el IV Premio La Barraca que concede esta institución académica, por ser una de las artistas con mayor proyección internacional en el flamenco.

Tal y como ha explicado en una rueda de prensa, una de las premisas en su trayectoria ha sido el amor y el respeto a este género, en el que hay que intentar ofrecer "todo lo mejor" que uno tiene.

"No venderte, hacer cosas de calidad sin desvirtuar el flamenco y tener un poco en tu cabeza su raíz y su autenticidad", señala como receta para mantener la "honestidad" en este arte.

Carmen Linares cree que en el flamenco no se trata solo "de imitar" y de aprender cómo se hace una música, sino de "aportar algo nuevo" e imprimir "tu propia personalidad" para crear "algo auténtico".

Todo ello no debe impedir "evolucionar con los tiempos" y "apostar por cosas nuevas", pero siempre manteniendo la "fidelidad" con uno mismo.

Con "referentes" como Antonio Chacón, Vallejo o la Niña de los Peines, o maestros que ha podido ver "en persona" como Pepe el de la Matrona, Juan Varea, Fosforito o Mairena, Linares reivindica "la calidad" y "la verdad del arte".

También ha citado a "gente muy cercana" y contemporánea suya, como Enrique Morente, "un gran artista" del que aprendió "mucho" a pesar de que el cantaor granadino tan solo era unos ocho años mayor que ella, según apunta.

"(Enrique Morente) Ha sido un artista que siempre ha marcado un camino y que a mí me ha interesado mucho", ha destacado Carmen Linares, que tampoco ha olvidado citar a Camarón.

La máxima de esta cantaora es seguir aprendiendo siempre, porque "en el arte no se termina nunca", aunque reconoce que con el paso de tiempo ha aumentado la responsabilidad ante el público.

"Ahora tengo más responsabilidad y creo que me lo paso mucho mejor cantando y disfruto mucho más del flamenco que cuando tenía diecisiete o dieciocho años, o veinte", ha afirmado Carmen Linares, que fue Premio Nacional de Música en 2001.

Esta artista, que ha cantado textos de grandes autores como Lorca, Valente, Borges y ahora Miguel Hernández en el espectáculo "Oasis abierto", se refiere a la antología "La mujer en el cante" como "un antes y un después" en su carrera.

Pero subraya que, con una "ilusión enorme", todavía le queda "mucho por hacer" y "nuevos retos". Uno de esos desafíos de Carmen Linares es trabajar con su hija Lucía, que es actriz.

La cantaora recibe hoy el Premio La Barraca de la UIMP con "mucho agradecimiento" y "muy contenta". "Para mí es un honor que se me conceda este premio en esta prestigiosa universidad", resalta.

Carmen Linares cree que precisamente su "honestidad" y "coherencia" con el flamenco le han hecho merecedora de este galardón, que en su primera edición recayó en Diego "El Cigala" y que también han recibido el bajo italiano Roberto Scanduzzi, el director de escena Mario Gas o la bailarina Aída Gómez.

"He tratado de llevar el flamenco a la máxima categoría posible y he aportado lo que he podido", ha añadido Linares, a quien acompaña hoy el poeta y flamencólogo Félix Grande, que glosará la laudatio en la entrega del premio.