Carneros online

Fatima Zohra Bouaziz

Rabat, 3 oct.- En estos tiempos hasta un carnero se puede conseguir por internet, una novedad en un ritual tradicional por antonomasia como es la Fiesta del Sacrificio, una de las más importantes que se celebrará entre el sábado y el domingo en Marruecos y en todo el mundo musulmán.

Para todos aquellos que no tienen tiempo o ganas de acudir al mercado tradicional a buscarse su carnero, ahora pueden hacerlo desde su pantalla de ordenador o de móvil, donde encontrarán páginas especializadas: especializadas en carneros.

"Sardi.ma" es una de las páginas pioneras en la venta de carneros por internet pero propone únicamente la raza llamada "sardi", considerada entre las más nobles y criada en la región de Chaouia, en el centro de Marruecos, una zona conocida por su fértil agricultura.

El sardi es reconocible por su cabeza blanca con marcas negras alrededor de los ojos, los pies y las extremidades,y una buena cornamenta. Su precio puede alcanzar hasta 6.000 dirhams (unos 540 euros).

Esta raza noble también se adecúa al perfil de sus potenciales clientes: personas de la clase media y alta, de esas que ya están acostumbradas al comercio electrónico.

La operación es sencilla: cualquiera puede entrar en la página y elegir su borrego a partir de una lista de fotos de estos animales acompañados con su morfología y precio y así tendrá garantizado un carnero para la fiesta acompañado incluso con el servicio de entrega.

Yasir Monchaki, fundador de Sardi.ma explicó a Efe que su portal, lanzado hace cuatro meses y que ya cuenta con 100.000 miembros, se limitó este año a vender un número restringido de carneros con una clientela situada en el eje Rabat, Casablanca y Kenitra.

La venta online de carneros no deja de ser una práctica limitada a una elite, pero por lo demás poco ha cambiado en una fiesta aferrada a su carácter auténtico y tradicional.

La Fiesta del Sacrificio o Aid al-adha, que se celebra en el día 10 del duodécimo mes del calendario lunar musulmán, conmemora según el Corán el sacrificio que hizo el profeta Abraham (Ibrahim) al degollar a un carnero en lugar de su hijo Ismael (Ismail, o Isaac según la Biblia) por orden de Dios.

Internet habrá cambiado algunas cosas, pero las ciudades adquieren estos días un aspecto casi rural: las calles huelen a carnero y se llenan de sus balidos, los ganaderos se trasladan a las ciudades para vender sus "productos", los centros comerciales dedican un espacio para la venta de ovinos, e incluso los hoteles incluyen el ambiente y ritual de la fiesta en sus ofertas.

Los medios de comunicación se tiñen también de los colores de la fiesta: las televisiones y radios multiplican sus programas religiosos y sanitarios sobre el espíritu de esta fiesta o sobre las normas de higiene o pautas de cómo elegir y degollar al animal.

Otro aspecto de modernidad que se está imponiendo en la fiesta son los créditos bancarios "ad hoc" para comprarse un carnero que los bancos se apresuran a ofrecer los días previos a la fiesta para no privar así a cualquier hijo de vecino de hacerse con el suyo.

Así, aquellos que no tienen capacidad de comprar el carnero, que cuesta entre 250 y 600 euros en un país donde el salario mínimo es de 200 euros, acuden a estos créditos, sabedores o no de que estos préstamos infringen uno de los preceptos del islam, que prohíbe la usura.

Carneros on line, préstamos bancarios...La modernidad se infiltra poco a poco en una de las fiestas más tradicionales del islam. Para muchos, las novedades terminarán aquí y la llama de la fiesta seguirá viva casi como en tiempos de nuestros abuelos.