La ceremonia, organizada frente al palacio de Potala, la antigua residencia del dalái lama, conmemora la creación en 1965 por parte del Partido Comunista de una región administrativa especial, en teoría autónoma pero que permite a Pekín controlar la región.
"Hay que reprimir cualquier tipo de actividades separatistas", dijo Yu Zhengsheng, un alto responsable chino, miembro del comité político permanente del Partido Comunista, que viajó hasta Lhassa, indicó la agencia oficial Xinhua.
Según la agencia, la multitud agitaba banderas chinas "como si fuera Año Nuevo".
Desde la creación de la región administrativa, ningún tibetano ha sido nombrado jefe local del partido, la máxima autoridad regional.
China considera al dalái lama y a sus partidarios como "separatistas" que quieren la independencia. Sin embargo, el líder espiritual tibetano en el exilio y ganador del premio Nobel asegura que sólo pide más autonomía.
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