Cientos de niños son esclavizados en el vertedero tecnológico de Agbogbloshie

    • Niños menores de cinco años se ven obligados a trabajar en jornadas de más de 12 horas a cambio de un dólar al día y un puñado de arroz.
    • Deben hacer hogueras para extraer cobre de los productos tecnológicos que Occidente 'vende' a los países pobres. Muchos pierden sus dedos por las heridas provocadas por el fuego.

Niños en el verterero de Agbogbloshie/ Autor: ONG Pure Earth
Niños en el verterero de Agbogbloshie/ Autor: ONG Pure Earth

Quien se atreva a adentrarse en Agbogbloshie (Ghana) sabe que está entrando en un mundo peligroso, en el que las siluetas se confunden entre el humo que emana de grandes hogueras y donde rige la ley del más fuerte. Respirar ahí supone un auténtico esfuerzo y un simple trozo de cobre puede ser motivo suficiente para matar a alguien.

Agbogbloshie es el mayor vertedero tecnológico de África. Ahí van a parar una gran parte de los desechos que Occidente vende ilegalmente a los países pobres. Los habitantes de Acra, la capital, se refieren a este lugar como Sodoma y Gomorra debido a sus duras condiciones de vida y a su alto índice de criminalidad.

Pocos tienen el valor para adentrarse en un basurero que se ha convertido en una auténtica ciudad, con chabolas hechas con puertas de nevera, una iglesia y varios bares donde se compra una copa de licor con 10 centavos. En uno de los países más pobres del mundo, Agbogbloshie es sinónimo de miseria.Muchos pierden los dedos en las hogueras

Cientos de personas acuden cada día a rebuscar entre la basura. Intentan encontrar algún aparato que reparar, aunque ahí no está el verdadero negocio. La mayoría son quemados para extraer de ellos algo de cobre o plomo que poder revender.

El trabajo es duro. En hogueras inmensas que a menudo se descontrolan, se introducen los aparatos electrónicos para que el calor funda en plástico. Cuando está lo suficientemente blanco, hay que sacar el objeto de la hoguera y retirar manualmente el PVC. Las quemaduras que laceran la piel son algo habitual y es difícil encontrar a alguien que aún conserve los cinco dedos: las heridas mal curadas acaban gangrenándose y deben amputárselos.Los niños, obligados a trabajar más de 12 horas por un dólar

Entre todos ellos, destacan los niños. Son pequeños, la mayoría no supera los 5 años, edad límite para asistir a la escuela. Se ven obligados a trabajar para las mafias del lugar en jornadas que superan las 12 horas para ganar un mísero dólar y, con mucha suerte, un puñado de arroz a media mañana cuando el hambre y los gases tóxicos les hacen desfallecer.

El duro trabajo, las malas condiciones y la desnutrición hacen que parezcan incluso más pequeños. El hambre hace que sus ojos sean demasiado grandes para unas caras demacradas y están permanentemente cubiertos de una costra amarilla, resultado de la conjuntivitis que jamás se cura por los gases tóxicos que emanan de los ordenadores quemados.

Hablan con voz ronca y escupen sangre cada vez que tosen, pero pese a todo sonríen cuando alguien se acerca a darles agua limpia y algo de comida. No se plantean que puedan tener un futuro mejor. Su único objetivo es conseguir ese dólar y esquivar los golpes de los adultos que controlan a los pequeños para que vayan rápido y saquen la mayor cantidad posible. Sentarse cinco minutos a descansar puede ser castigado con tantas pasadas como el miembro de una de las mafias que operan en el lugar esté dispuesto a dar.La mitad tendrán cáncer de pulmón o de riñón

Trabajar en estas condiciones supone un peligro constante para la salud: casi el 80% tendrá tos crónica y cerca de la mitad padecerán un cáncer de pulmón o riñón.

Pero los que no pisan el vertedero tampoco están libres de los gases que ahí emanan. Al estar situado en la capital, en un barrio limítrofe, cada vez que sopla el viento, un humo denso y negro se cuela por cada rendija de la ciudad.

Junto a este basurero, además, se encuentra el mayor mercado de alimentos de la zona. Las frutas y verduras a menudo tienen restos de residuos quemados que ha llevado el aire y se han adherido a la comida. Los habitantes de Acra tampoco tienen otro lugar donde comprar. Lo único que les queda es resignarse mientras frotan la fruta intentando que recupere el lustre que saben que algún día tuvo, antes de que ese gas mortal se adueñara de su vida.Más contaminado que Chernobil

Además, las pruebas realizadas en una escuela cercana revelaron una contaminación por plomo, cadmio y otros contaminantes perjudiciales para la salud de más de 50 veces por encima de los niveles libres de riesgo.

Por ello, Agbogbloshie es el lugar más contaminado del mundo, por encima de nombres tan temidos como Chernobil. 500 contenedores cargados hasta los topes se depositan aquí cada mes. 500 contenedores cuyo destino es el fuego.

Las ONG coinciden en que la solución del problema no es sencilla. El dinero que se obtiene de la venta de estos elementos y el gran número de personas que trabajan en el reciclaje informal dificulta cada vez más acabar con ese lugar, debido el sustento de muchas personas depende ahora de los ingresos generados por estas actividades.

Mientras tanto las ONG solo pueden impedir que cientos de niños se levanten un día más para arriesgar su vida por un dólar y un puñado de arroz.

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