Condenan a doce años y medio a joven acusada de matar a su bebé recién nacido

  • La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a Fátima K. a doce años y seis meses de prisión como autora de un delito de homicidio con el agravante de abuso de superioridad por matar a su bebé recién nacido arrojándolo desde una azotea el 15 de marzo del 2011 en El Ejido (Almería).

Almería, 31 jul.- La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a Fátima K. a doce años y seis meses de prisión como autora de un delito de homicidio con el agravante de abuso de superioridad por matar a su bebé recién nacido arrojándolo desde una azotea el 15 de marzo del 2011 en El Ejido (Almería).

La joven, de 25 años, había sido declarada culpable por unanimidad por un jurado popular y ha sido condenada por la Sección Primera a la pena interesada por el Ministerio Fiscal, que en un principio pedía una pena de 20 años de prisión por un delito de asesinato con el agravante de parentesco, a la que se adhirió el abogado defensor una vez modificada.

La sentencia, consultada por Efe, señala el "manifiesto ánimo de matar" con el que actuó la condenada y pone en evidencia el "desequilibrio de posibilidades de ataque y defensa entre el agresor y la víctima", que fue arrojada por el hueco entre dos edificios con la "pretensión inicial de desprenderse del fruto de su embarazo".

El jurado consideró probado que la joven, F.K., de nacionalidad marroquí, quitó la vida intencionadamente a su hija recién nacida arrojándola desde una altura de trece metros, tras dar a luz en la azotea del inmueble en el que residía con su familia, a la que había ocultado el embarazo.

El jurado basó su veredicto de culpabilidad en las declaraciones de médicos y forenses, que durante el juicio afirmaron que la mujer acudió a un centro sanitario para solicitar la interrupción del embarazo, que le fue denegada por sobrepasar el plazo máximo de gestación, y que la niña, de acuerdo a la autopsia, nació en perfecto estado de salud.

La recién nacida murió por las múltiples fracturas craneales sufridas después de que la madre la arrojara a un pequeño callejón desde la azotea de un inmueble situado en la céntrica calle ejidense de Maestro José Ruiz, tras cortar el cordón umbilical con las manos.

A continuación, la joven limpió la azotea y regresó a su domicilio, donde se encontraban sus familiares y a los que no contó nada de lo ocurrido.

No obstante, la acusada pidió a su familia que llamara una ambulancia ante los fuertes dolores abdominales que sufría y fue trasladada al Hospital de Poniente de El Ejido, donde fue detenida después de que los médicos avisaran a la Policía Nacional ante los indicios de haber dado a luz recientemente.

Aunque en un primer momento la mujer negó haber dado a luz, finalmente lo reconoció y admitió que había abandonado a su bebé en un callejón cercano a su vivienda, donde el cadáver fue encontrado por los agentes.

Durante el juicio, la acusada dijo que no se acordaba "de nada" de lo ocurrido aquél día, ni siquiera de si fue a trabajar o si estuvo en el hospital tras dar a luz en la azotea de su vivienda.

La mujer había ocultado su embarazo a su familia mediante el uso de una faja.

En la vista oral, el padre de la joven aseguró que desconocía que su hija estuviera embarazada y también que aquella noche subiera a la azotea para dar a luz sola.

Un compañero de trabajo también dijo que nadie en la empresa sospechaba de su embarazo y explicó que la joven siempre iba vestida con una chaqueta "hasta el cuello", incluso los días de mucho calor, bajo la excusa de que "tenía frío".

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