La superficie dedicada al cultivo del opio aumentó un 10% en 2016 en Afganistán, primer productor mundial, tras un excepcional retroceso el año pasado, según estimaciones de la ONU publicadas este domingo en Kabul.
Este aumento de las tierras cultivadas, de 183.000 hectáreas a 201.000 hectáreas, atribuido a "mejores condiciones climáticas", hace presagiar un alza de la producción del opio de 43%, hasta 4.600 toneladas, frente a 3.300 toneladas en 2015, según el informe de la Agencia de la ONU contra la Droga y el Crimen (UNODC, por sus siglas en inglés).
Para la ministra encargada de la lucha antidroga, Salamat Azimi, "la causa principal de este aumento es la creciente inseguridad y la falta de fondos" que han frenado las campañas de erradicación.
En este momento, solamente 13 de las 34 provincias del país están exentas de opio, indicó la ministra ante la prensa.
"Es muy perturbador ver cómo el cultivo de la amapola del opio se extiende en las provincias del norte" donde era casi inexistente, destacó el responsable de la ONUDC en Kabul, Andrey Avetisyan.
En cambio, mientras que el 93% de la amapola, o adormidera --materia prima del opio-- es cultivado en el sur del país, el responsable de la ONU destaca una "alentadora" disminución en ciertas provincias meridionales: en particular una caída de la producción del "7% en el Helmand", provincia que es la primera productora del planeta, con un 80% de la producción mundial total.
Helmand, fronteriza con Pakistán, es una de las provincias más conflictivas del país, junto al vecino Uruzgan; escapa claramente al control del gobierno y está sometida a incesantes ofensivas de los talibanes, que operan en la región con gran libertad y recolectan 'impuestos' a los agricultores que cultivan el opio, con lo que financian así su insurrección.
El general Baz Mohammad Ahmadi, viceministro del Interior encargado de la lucha antidroga, recordó que "la mayoría de las guerras en Afganistán están financiadas por el cultivo del opio. Allá donde haya opio en Afganistán, allá tenemos combates", insistió,
En 2015, por primera vez en seis años, el cultivo de la amapola del opio retrocedió en Afganistán, cayendo cerca de un 20%, mientras que la producción de opio disminuía en casi un 50%. Esa relativa victoria fue atribuida por la ONU a las desfavorables condiciones climáticas.
La ONU su congratula sin embargo este año de '"un producción menor que hace dos años", pero los expertos afirman que 2014 fue un año excepcional.
El informa anual de la ONU es presentado como "la mejor evaluación de los cultivos de opio", recordó Avetysian, quien lamentó "la reciente disminución del apoyo internacional" en la lucha antidroga.
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