DeHaven, el técnico que lucha contra un cáncer terminal para estar en la Super Bowl

    • Es el coordinador de equipos especiales de los Carolina Panthers y tiene 67 años, gran parte de ellos dedicados al fútbol americano.
    • "Amo este trabajo. Me divierto tantísimo que ¿por qué habría de dejarlo?", se pregunta a días del gran partido.
Bruce DeHaven, coordinador de equipos especiales de los Carolina Panthers
Bruce DeHaven, coordinador de equipos especiales de los Carolina Panthers

El próximo domingo el mundo entero se paralizará para seguir la edición número 50 de la Super Bowl que enfrentará a los Carolina Panthers contra los Denver Broncos. Los focos apuntarán aCam Newton y a Peyton Manning entre otros, pero detrás de la historia de los grandes jugadores, está la de Bruce DeHaven, mucho más anónimo, pero que vivirá el partido de una forma muy especial.

Es el coordinador de equipos especiales de los Carolina Panthers y los médicos le han diagnosticado cáncer terminal de próstata. Lleva en los Panthers desde 2013 y se trata de uno de los mejores de la liga gracias a la experiencia adquirida a lo largo de 29 temporadas y 18 'playoffs'. Tiene 67 años, gran parte de ellos dedicados al fútbol americano. Ha pasado por equipos como los Buffalo Bills, los San Francisco 49ers, los Dallas Cowboys y los Seattle Seahawks y será su quinta final de Super Bowl, aunque tuvo la mala suerte de perder las cuatro anteriores de forma consecutiva con los Bills.

Hace meses que Bruce DeHaven conoce su enfermedad. De un día para otro le detectaron el cáncer de próstata en un examen médico y le avisaron de que la enfermedad estaba en una fase terminal. No había vuelta atrás. Los médicos no podían hacer nada por salvar su vida a largo plazo y le dieron una esperanza de tres a cinco años. Pero DeHaven continuó con fuerza gracias a la vitalidad y energía que le ha permitido estar siempre en la primera línea del fútbol americano. Al día siguiente fue a trabajar para seguir disfrutando de su pasión.

"Amo este trabajo. Me divierto tantísimo que ¿por qué habría de dejarlo?" se pregunta DeHaven a días de la Super Bowl."Me levanto por la mañana y digo, 'Hombre, muchas gracias por dejarme hacer lo que más quiero otra vez", reconoce. Se siente orgulloso del apoyo que le han dado sus hijos para que no cese en el empeño de estar California el próximo domingo: "Claro, así sacan entradas gratis para los partidos", bromea.

Asegura que "me costó más convencer a mi esposa." Ahora piensa que sus hijos "no necesitan escuchar a su padre diciendo que está enfermo. Ellos me ven y se sienten bien. Eso es lo que tienen que ver". DeHaven también recibió el apoyo de sus compañeros y de toda la franquicia de Carolina.

"Estoy bien, estoy perfecto. No es necesario que mi historia le quite ningún protagonismo a los jugadores porque es que mi historia no es especial. Sólo estoy trabajando como tanta gente en el mundo que tiene alguna enfermedad incurable". La edición número 50 de la Super Bowl será emocionante, pero historias como las de DeHaven traspasan lo deportivo y nos animan a seguir luchando.

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