Desigual respuesta a la convocatoria islamista de marchas en todo Marruecos

  • La convocatoria de marchas y concentraciones en todo Marruecos por parte del grupo islamista Justicia y Caridad (JyC, ilegal pero tolerado) en solidaridad con los palestinos tuvo un seguimiento desigual.

Rabat, 30 mar.- La convocatoria de marchas y concentraciones en todo Marruecos por parte del grupo islamista Justicia y Caridad (JyC, ilegal pero tolerado) en solidaridad con los palestinos tuvo un seguimiento desigual.

Una de las mayores manifestaciones se produjo en Tánger, donde miles de personas respondieron al llamamiento de JyC en solidaridad con el llamado Día de la Tierra, que los palestinos convocan desde hace años cada 30 de marzo en protesta por la confiscación de tierras.

En la convocatoria de Tánger, según supo Efe de testigos en la ciudad, participaron también militantes de izquierda y simples ciudadanos, y se desarrolló sin incidentes.

Un portavoz de JyC dijo a Efe que las manifestaciones también fueron masivas en Uxda (noreste del país) y en Safi (sur), aunque ninguna fuente independiente pudo confirmar estos datos.

En Salé, ciudad vecina de Rabat y considerada feudo de JyC, apenas un centenar de personas respondió al llamamiento de la organización islamista, según pudo comprobar Efe, y parecido fue el caso en algunas de las marchas convocadas en Casablanca (donde había cinco marchas distintas), dijeron testigos en la capital económica del país.

Justicia y Caridad, considerada la organización con mayor poder de convocatoria en Marruecos, reunió el pasado domingo a unas 50.000 personas en Rabat también en solidaridad con los palestinos, aunque muchos observadores interpretaron la marcha como una demostración de fuerza.

En respuesta a esta gran manifestación, otros grupos políticos legales, entre ellos el también islamista Partido Justicia y Desarrollo (en el gobierno), han convocado una manifestación similar (es decir, también en solidaridad con Palestina) el próximo domingo en Casablanca., en lo que se ve como un pulso entre islamistas "integrados" y opositores.

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