Detenidas 35 personas por los disturbios sectarios en el centro de Birmania

  • Las autoridades de Birmania (Myanmar) han detenido a 35 personas en relación con la violencia sectaria en la región central del país, que ha causado 32 muertos y unos 10.000 desplazados, informa hoy la prensa local.

Bangkok, 25 mar.- Las autoridades de Birmania (Myanmar) han detenido a 35 personas en relación con la violencia sectaria en la región central del país, que ha causado 32 muertos y unos 10.000 desplazados, informa hoy la prensa local.

Los cuerpos de seguridad arrestaron a 18 birmanos vinculados con los disturbios en Meiktila, la población donde brotó la violencia el pasado miércoles, a raíz de una discusión entre los dueños musulmanes de una tienda de oro y clientes budistas, según fuentes oficiales citadas por el diario estatal "La Nueva Luz de Myanmar".

Las otras 17 personas detenidas participaron en los altercados sucedidos en Yamethin, a unos 60 kilómetros de Meiktila, el sábado por la noche y en los que se incendiaron mezquitas y casas de musulmanes.

El estado de excepción promulgado por el presidente del país, Thein Sein, el viernes pasado para intentar controlar la situación con la ayuda del Ejército solo contempla Meiktila, Wandwin, Mahlaing y Thazi, pertenecientes a la división de Mandalay y situadas a un centenar de kilómetros de la capital, Naypyidaw.

Si bien la presencia de controles y patrullas militares en las calles ha contribuido a imponer una calma relativa, la violencia sectaria ha saltado a poblaciones fuera de la zona declarada estado de excepción, como sucedió con Yamethin el sábado.

La Organización de la Amistad Interreligiosa, formada por líderes budistas, musulmanes, hindúes y cristianos, emitió la semana pasada un llamamiento a sus fieles para que mantengan la calma e impulsen el diálogo.

"Myanmar se encuentra en el camino adecuado para un mayor desarrollo, no obstante, varias clases de conflictos indeseables amenazan el progreso. La ciudadanía no debe participar en actos ilegales, sino impedirlos unida", indicaron.

El enviado especial de la ONU para Birmania, Vijay Nambiar, visitó ayer la zona del conflicto, se entrevistó con autoridades y damnificados y ofreció toda la ayuda posible de su organismo para contribuir a restablecer la normalidad.

La ONU, la Unión Europea, Estados Unidos y otros países han expresado su preocupación por la inestabilidad en un país con cerca de 60 millones de habitantes de los que el 89 por ciento son budistas, un 4 por ciento musulmanes y el resto de otras religiones.

El año pasado, la violación y asesinato de una chica budista a manos de varios musulmanes en el estado de Rakhine (oeste) desató otra ola de violencia sectaria que costó la vida a 163 personas y dejó más de 100.000 desplazados, de los que gran parte aún continúan en campamentos de refugiados.

Rakhine, donde las autoridades restringen la presencia de extranjeros, aún no ha recobrado la normalidad.

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